Todos somos patriotas, en tanto en cuanto, amamos y nos identificamos con los lugares donde somos o hemos sido felices.

Para mí, ser patriota es un sentimiento en relación a las vivencias del individuo, por tanto, es experiencialmente mucho más amplio que el patriotismo político que en estos días pretenden adjudicarse los diferentes candidatos con encendidos discursos.

Ser patriota es ser feliz, es vivir y convivir día a día, así también se sirve.

No se puede ser patriota apelando a las vísceras. Que no nos vendan la burra del patriotismo territorial sea del color que sea. Soy español y no creo en las fronteras a la felicidad. El discurso patriota es ilimitado.