Cuando un país va bien es porque nuestros políticos lo están haciendo bien, pero cuando no va bien es porque han dejado de hacerlo, por eso, y en cada opción, tienen que tener las mismas responsabilidades para asumir como el resto de los españoles, lo bueno y lo malo.

Si un político cuando ocupa un puesto de responsabilidad, no se interesa en enriquecer las funciones que les han recomendado y las desplaza a su propia persona, no se merece la confianza de ninguno de los que le han votado.

A nadie le puede decir un político que en momento de crisis se va a subir el sueldo o va a mejorar sus prestaciones mientras millones de españoles lo están pasando mal y aguantando la ineficacia de algunos para poder sobrevivir.

A mí no me importa que un político gane lo que tenga que ganar, siempre y cuando el país para el que trabaja vaya bien, pero si no va bien deben ser ellos mismos los que asuman las mismas cargas de responsabilidades que les ponen a los demás.

La mayoría de los españoles estamos haciendo un gran esfuerzo para salir de la crisis, y lo único que pedimos es, que los políticos con responsabilidades de gobiernos empiece a legislar leyes que nos facilite saltar los obstáculos que ellos mismos nos han puesto.

Es incompresible e inadmisible que en estos momentos, cuando todas las prestaciones sociales bajan a un ritmo escandaloso, solamente se hable en el Congreso de temas que nada tienen que ver con las necesidades de los españoles.

Tenemos un gobierno, ahora, cargado de escándalos políticos, como la corrupción... que no sabe cómo solucionarlo, y eso mismo, le impide centrarse en lo que tiene que hacer; si este gobierno no se implica en limpiar todo lo que le perjudica, para gobernar mejor y solucionar los problemas de los españoles, tendremos que ser nosotros mismos lo que digamos: ¡Basta ya! O ¡Hasta aquí hemos llegado!