Sanchismo: según la versión de Ciudadanos, dícese de la forma odiosa de hacer política del presidente en funciones, Pedro Sanchez; considerado por este partido como un anticonstitucionalista infame que pacta con el diablo para gobernar y que, por tanto, representa un peligro para España y para la democracia. En definitiva, un apestado con el que no se puede pactar ni para tomar unas cañas a escote.

Riverismo: según mi subjetiva opinión, dícese de las maneras de hacer política del ciudadano Rivera y sus arrimados y arrimadas que ven la paja en el ojo ajeno y no ven la viga en el suyo; que vinieron a regenerar la política y van camino de degenerarse; que practican una política centrifuga, es decir, aquella que tiende a alejarse del centro; que su estrategia política es el desprestigio del adversario y que son tozudos en no pactar con progresistas, pero diligentes y disimulados para pactar con retrógrados.