El Gobierno del PP ha anunciado que el teléfono de atención a la víctimas de violencia machista, el 016, tendrá otro nuevo uso: informar a los hombres sobre temas de igualdad. Es decir, dejará de ser un teléfono exclusivo para las víctimas y pasará a ser también algo así como una especie de consultorio u oficina de asesoramiento telefónica en «igualdad». Uso las comillas porque aunque se le haya denominado así, dudo que pueda calificarse como tal por el tipo de consultas que se podrán realizar. Y es que, el espacio de atención a una víctima de violencia machista no se puede compartir con el de hombres que tengan alguna consulta sobre «separación y divorcio, custodias de hijos o cuestiones surgidas en contextos de violencia», tal y como informa el Gobierno.

En un país donde decenas de mujeres son asesinadas por violencia machista y donde el teléfono 016 recibe una media de 81.000 llamadas anuales, esta decisión es muy poco acertada. ¿Tanto cuesta reservar con contundencia un espacio que atienda solo a víctimas de violencia machista? ¿Ni si quiera cuando se trata de no morir? El teléfono 016 fue creado como espacio de privacidad, anonimato y protección a mujeres víctimas de violencia machista, es decir, para ayudar a mujeres víctimas. El objetivo de este teléfono queda diluido completamente y, por enésima vez, demuestra la poca voluntad del Gobierno de luchar ferozmente contra la violencia machista y otorgar a esta causa la importancia y prioridad que indiscutiblemente necesita.