Hace ya bastante tiempo que descubrimos que la gente se está ganando la vida con Youtube y que la plataforma, más que un espacio donde ver videos musicales, se ha convertido en una especie de Infojobs ‘millenial’ donde todo el mundo puja al mismo empleo; para muchos, el mejor trabajo del mundo.

La nueva profesión de moda consiste en viajar, grabar, comprarse ropa, grabar, y así sucesivamente. Eso, añadido al hecho de que se han hecho públicos los exuberantes sueldos de algunos de los ‘youtubers’ más populares de España, ha creado mucha controversia en la opinión pública. Son muchos los que se indignan al descubrir los salarios de estas nuevas figuras públicas.

Hay quienes argumentan que colgar videos en internet es no hacer nada y otros se quejan del estatus de ‘celebrity’ que han adquirido algunos. El argumento siempre suele ser el mismo: «Esto también puedo hacerlo yo» o «esto es un chollo, no un trabajo».

También hay quienes reclaman que los ‘youtubers fundamentan una nueva y amenazante figura de intrusismo a otras profesiones. Pues bien, a todos ellos les digo: ¿Y por qué no lo hacen ustedes? Con esto no pretendo quitarles razón a los que opinan que trabajar en Youtube sea quizás el mejor trabajo del mundo, pero me parece absurdo menospreciar un empleo que, en realidad, lleva existiendo muchísimo tiempo.

Los creadores de contenido, guionistas, editores, humoristas, expertos en moda e incluso famosos que venden su vida privada ya existían antes de que naciera esta plataforma. De hecho, la televisión es el medio que más gente ‘millonaria sin trabajo’ ha creado a lo largo de los años y a nadie le parece raro.

Lo único que realmente han hecho Youtube y otras redes sociales similares ha sido liberalizar el acceso a dichas y otras profesiones consiguiendo que cualquiera pueda ser ahora comentarista televisivo o incluso director audiovisual sin necesidad de que un tercero le contrate.