Pensé que soñaba, pero realmente lo que escuchaba era la radio y mentira me parecía lo que oía bien temprano. Directivos del SES y del SEPAD, daban a conocer una terrible noticia y pedían humanidad: 20 ancianos que habían estado ingresados en el Hospital Virgen de la Montaña en Cáceres, dados de alta y negativos en Covid, se quedaron esperando a sus “familiares” esos, que como según manifestaron los responsables del Hospital se negaron a llevárselos a casa, según ellos, por problemas de organización y de espacio en sus vidas, y allí se quedaron, en el hospital, como una patera en medio del Océano.

Decir también, que hubo residencias que tampoco quisieron hacerlo. Esta generación de personas mayores que son ahora nuestros padres, no merecen esta FALTA DE CORAZON DE LOS SUYOS, ellos han cuidado a lo largo de su vida de sus hijos, de sus padres, de sus nietos y algunos hasta de sus sobrinos, y ahora ¿no hay nada para ellos? ¿No hay sitio? ¿No hay cariño? Mi generación ha vivido “hacinada” en muchos casos y lo hacíamos encantados, los hermanos, los primos, los vecinos y qué decir de esta generación que es la mía, en ese hacinamiento en pisos de estudiantes en ferias y fiestas…por favor!! pero para ellos no hay espacio, ya se pasó su tiempo, ya no sirven, no dan servicios, no son productivos. Ahora parece ser que estamos mal de dinero, tenemos otras prioridades, tenemos unas vidas muy interesantes en las que los padres no caben… ¿Le preguntaste tú a tus padres cómo andaba su economía cuando te fuiste a estudiar fuera? ¿Te diste cuenta de sus estrecheces? ¿Los viste alguna vez dudar de qué hacer con sus mayores?...

Hoy siento un dolor inmenso, ese dolor me impide gestionar mis emociones, acabo de perder a mi madre, tengo a mi lado a mi padre octogenario y estoy inmersa en un duelo individual, familiar y ahora colectivo por esta terrible pandemia y por ver morir a esos muertos a los que parece que nos hemos acostumbrado con esas malditas cifras y porcentajes. El perfil de estos seres, hijos, nietos, sobrinos…etc, lo conozco, no es difícil de adivinar muchos de ellos son cristianos y practicantes, estudiados muchos, dicen ser amantes de los animales y son los que salen a aplaudir a sus ventanas a las ocho de la tarde. Personajes reputados en sus comunidades y ciudadanos ejemplares, pero todo cara a la galería, pero en sus fueros internos son incapaces de dar amor a los suyos, y eso es lo más despreciable a lo que un ser humano puede enfrentarse, a la ingratitud de los tuyos. Pero me gustaría tenerlos delante y decirles lo pobres que son, que tienen un virus, pero que no habrá vacuna para él, la falta de humanidad no tiene cura y ese el mal que nos aqueja.

Os habéis preguntado ¿á quienes quieren estos personajes si no quiere a los suyos? Pues ya te lo contesto yo: a nadie, no quieren a nadie, solo a ellos mismos. Pero hay otros aspecto en todo esto por el que me preocupo como docente y como ser humano y es por los que vienen detrás de nosotros, a esos niños y adolescentes que ahora ven patrones en su entorno, y que todo el mundo se pregunta cual su situación académica y digo yo: a estos seres, a los que no les vienen bien sus mayores les pregunto: ¿Estáis ahora preocupados por los contenidos y enseñanzas de vuestros hijos en sus colegios e institutos? Pues deciros que aprenderán hoy lo que les enseñemos, vosotros como padres primero y nosotros como docente después y responsables seremos TODOS en lo que se conviertan mañana.

Hoy estoy desencantada y solo me invade una rabia inmensa, pero por ello no voy a dejar de darles voz a nuestros mayores…Y RECORDEMOS QUE EL ABANDONO ES DELITO Y ESPERO QUE ESTE PROBLEMA SE PONGA EN CONOCIMIENTO DE LA FISCALIA, YA ESTÁ BIEN !

Águeda de la C. Felipe Muñoz