Para ellas la baraja se ha convertido en algo imprescindible desde que hace varios años decidieron "matar el tiempo libre", con las cartas, y no de amor, precisamente. Prudencia Muñoz, Florencia Alegre, Alejandra Acuña, Francisca Collar, Manuela Bautista y Felipa Gil, todas las tardes, ya sea invierno, otoño, primavera o verano, practican el juego de la brisca , en la plaza de los Mártires de Aldeanueva de la Vera. En total suman más de cuatrocientos años en torno a la mesa, llenos de experiencias aprendidas en la universidad de la vida. "Aquí lo que prima es el juego, sin que hablemos mucho de otros temas".

Sin embargo no son las únicas mujeres mayores que en Aldeanueva de la Vera tienen a este tipo de juegos como principal entretenimiento. En otras calles, como la de Hernán Cortes, e incluso en la misma plaza de los Mártires, a veces se forma otro grupo. "Las del Salmuero ya juegan poco", porque incluso alguna de ellas ha fallecido.

El juego que practican: La brisca , en equipos formados por tres compañeras cada uno de ellos. "Vale enseñarse las cartas entre las componentes del mismo equipo", explican. Así si la memoria no les falla, pueden planear las jugadas con conocimiento de causa. El casino que utilizan es el de la calle. "Si es verano buscamos la sombra, y en invierno algún lugar abrigado al resolano de la tarde". La cuestión es matar cada día el tiempo y el gusanillo, sin hacer trampas con las cartas. "No hacemos trampas. La única que suele cometer alguna fechoría es Francisca", que se excusa señalando que "será porque me equivoco".

Al principio se apostaban céntimos de peseta, pero desde que llegó el euro, "como es más caro", han dejado de ganarse "los dineros unas a otras" .

Su único objetivo es divertirse a su manera, de un modo económico, y a la vez entretenido. Tienen casi prohibido hablar de política, y de la prensa del corazón no están muy al día, "porque es un lío tener en la cabeza con quien se casan y se descasan unas y otros".

Algún chistecillo, "sí que contamos de vez en cuando", entre jugada y jugada. Los catalogados como verdes , no suelen incluirlos en le repertorio, aunque alguno se escape alguna vez. "De ese tipo no los contamos, los nuestros son de aspectos de la vida".

Como moraleja quieren que veamos el lado bueno de las cartas, señalando que no suponen un quebranto económico para quién practica este tipo de juegos. "Lo que hay que hacer es jugar como nosotras, sin dinero", solamente por pasar el rato y la honrilla de haber ganado.

La tarde cae lentamente y el sol se oculta tras los picos de la Sierra de Tormantos, el casino imaginario de estas abuelas veratas está a punto de cerrar sus inexistentes puertas. Es la hora de guardar la mesa, recoger las cartas y despedirse hasta mañana.