Con el habitual circo de fans, un cruce de acusaciones y cientos de medios informativos a las puertas del tribunal, Michael Jackson se presentó ayer vestido de negro, acompañado por su madre y su hermano Germane, dispuesto a pelear por su inocencia en el primer día del juicio por su supuesto abuso sexual de un niño de 13 años. De ser declarado culpable, podría enfrentarse a 21 años de cárcel.

Jackson estuvo dos minutos sentado en el coche antes de salir. El tiempo justo para que las teles cortaran la programación y emitieran en directo.

El juicio comenzó después de que el juez Rodney S. Melville revelara los nombres de cinco presuntos cómplices sin cargos, todos empleados de Jackson. La defensa presentó al músico como el blanco de una madre "hambrienta de dinero" que entrenó a su hijo para contar este tipo de historias cuando parecía que su benefactor iba a cortar la relación. Y el fiscal, Thomas Sneddon, dijo que Jackson "explotó" al menor, lo expuso a "un extraño comportamiento sexual" y un empleado le amenazó con matar a su madre si denunciaba los hechos.

Sneddon habló del "desesperado intento" de Jackson por salvar su carrera tras la emisión, en el 2003, del documental donde aparece cogido de la mano del niño y reconoce compartir su cama con menores.

El menor, enfermo de cáncer, pidió ver al rey del pop, y visitó el rancho de Neverland con su familia en agosto del 2000. Aquella noche durmieron juntos. Jackson llevó al niño a su habitación con su hijo, Prince Michael, y su empleado Frank Tyson. Según el fiscal, el músico inició a los menores en un "tour de sexo explícito" por webs con desnudos. "Cuando aparecieron los pechos de una mujer, Jackson les preguntó: "¿Queréis leche?", afirmó Sneddon.

EMPLEADOS La acusación presentó las amenazas de cinco empleados de Jackson, que advirtieron a la familia de que estaban en peligro y no se podía "dar la espalda a Michael", cuando planeaban un viaje a Brasil. Sneddon afirmó que, en el 2003, Tyson le dijo que "podría hacer desaparecer" a su familia y que él "podría matar a su madre". El personal de Neverland recibió órdenes de que el menor no dejara el rancho.

NEGATIVA BRITANICA Mientras Carlos emprendía ayer un viaje por las zonas afectadas por el tsunami en Sri Lanka, los líos por los preparativos de su boda no acaban. Isabel II no quiere que se filme ni la parte religiosa ni la civil del enlace, por lo que el del príncipe y Camilla podría ser la primera boda real que no captan la cámara.

Una parte del servicio religioso podría resultar polémico, ya que es probable que el arzobispo pida a Carlos y Camilla que expresen arrepentimiento por los pecados cometidos en el pasado.

Con este rumor, el príncipe se reunió en Sri Lanka con supervivientes y socorristas del maremoto y dijo sentirse "muy molesto" por los más de 31.000 muertos que hubo en la excolonia británica. "Me siento muy mal. Todo lo que he venido a hacer es interrumpir esta labor tan ardua".

VISITA A URUGUAY Tras su visita a Brasil, los príncipes de Asturias llegaron el domingo a Montevideo (Uruguay), donde hoy asisten a la toma de posesión de Tabaré Vázquez. Felipe se reunió ayer con el presidente electo y con el saliente, Jorge Batlle. Después, el Príncipe y Letizia visitaron la Agencia Española de Cooperación Internacional.