El calendario de monterías va llegando a sus últimas jornadas y si se echa la vista atrás se puede comprobar que, aunque la temporada de caza mayor comenzó con unas temperaturas muy elevadas, que perjudicaron a monteros y perros, posteriormente las jornadas monteras han dejado buenas piezas. En los terrenos de la región se han criado buenas reses, como ya señalaban los expertos al comienzo de temporada, gracias a las abundantes lluvias caídas entre la primavera y el verano del pasado año.

Algunas orgánicas celebran ahora aparte de sus monterías de calendario otras de invitación como la que Monteros del Hito Club Deportivo dió el pasado sábado en la finca Cantillana.

Aquí se cazó en la mancha de forestación y serván con 17 puestos y tres rehalas, logrando un resultado de cuatro venados y 22 ciervas. Entre las piezas abatidas, se encontraban los dos venados de Gonzalo Acevedo. Uno de ellos, como explica Jesús Carrero, quedó muy herido y esto permitió hacerle unas fotografías todavía vivo, aunque finalmente tuvieron que rematarle para evitar una muerte lenta.

En esta jornada, el resto de los monteros también se divirtieron, como indican desde Hito, "pues al tratarse de una reforestación, había que tirar todo lo que estuviera dentro, lo que hizo muy ameno el día, terminando la jornada con una estupenda paella, dando así por finalizada la temporada para muchos de los asistentes".

El Centro Canino

Navalmoral las aplaza

Las monterías previstas para el pasado fin de semana en el calendario del Centro Canino Navalmoral-Club Deportivo Monteros y Rehalas tuvieron que ser aplazadas por diferentes motivos, según la montería.

En el caso de la montería que se iba a celebrar el viernes 25 de enero en la finca cacereña de El Rozal el motivo de la suspensión fueron unos problemas burocráticos, con la documentación necesaria.

El motivo de suspensión de la montería de la finca Casagata, en Castilla y León, fue bien distinto, y es que la finca no se encontraba en las condiciones adecuadas para que se pudiera desarrollar en ella una montería.

La próxima semana los monteros del Centro Canino Navalmoral-Club Deportivo Monteros y Rehalas se trasladarán hasta la finca La Atalaya, en la localidad castellano-manchega de Calzada de Calatrava, donde en ocasiones anteriores se han dado muy buenas jornadas.

Ultimas monterías de

Sierra de Benavente

Monterías Sierra de Benavente es otra de las orgánicas cuyo calendario ha llegado casi a su final con las monterías del pasado fin de semana, ya que aún queda alguna fuera del calendario general de la temporada.

El sábado 26 de enero, los monteros de Sierra de Benavente cazaron en la finca Bordones, de la localidad de Ceclavín, aunque en un primer momento en el calendario estaba previsto cazar en El Cotano.

El resultado en esta finca, en la que se cazó con 50 puestos y 16 rehalas, fue de 43 jabalís abatidos, en un día en el que el buen tiempo hizo más agradable el ejercicio de la caza. Del plantel de piezas cazadas destacan en esta ocasión dos buenas bocas.

El domingo 27 de enero los monteros se desplazaron hasta Valencia de Alcántara para cazar en la finca Mula y Pacheco, de nuevo con 50 puestos y 16 rehalas. El domingo el número de piezas ascendió a un total de 112. De ellas 47 fueron venados, unos 45 ciervas y entre 26 y 27 cochinos, abatidos en una jornada con unas agradables condiciones meteorológicas. Entre estas piezas hay una boca que podría ser plata.

Monterías extremeñasen próximas semanas

Los fines de semana del mes de febrero son ya las citas finales para quienes disfrutan con las jornadas de montería en tierras extremeñas. De las piezas capturadas en estas monterías hay algunas que podrían estar entre los trofeos más destacados de la temporada cuando la Junta de Homologación de la Real Federación Española de Caza (RFEC) controle y mida los citados trofeos de caza.

Esta homologación, como se indica desde la Real Federación Española de Caza, permite dar cierta satisfacción documental al resultado de acciones cinegéticas muy selectivas, centradas en la captura de los ejemplares más grandes, viejos y, por lo tanto, difíciles de conseguir. Además, con la consignación del trofeo en un libro o catálogo específico se presta un homenaje al propio animal y al cazador que ha realizado la acción de lograr abatir un gran y difícil trofeo.

Los trofeos de caza que no se homologan son los anormales, aquellos en los que se haya modificado artificialmente alguna parte objeto de medición, los que no se pueda atestiguar su procedencia, ni aquellos trofeos de cérvidos y cráneos de carniceros una vez naturalizados.