La selección extremeña alcanzó el pasado fin de semana el segundo puesto en la clasificación del I Campeonato de España Open selecciones autonómicas de carpfishing celebrado en el paraje Isla Peloche del Embalse García de Sola, ubicado en la localidad pacense de Valdecaballeros.

En esta competición, en la que los pescadores participaban en dúos, una de las ocho parejas extremeñas que se presentaban, concretamente la formada por Jesús María Díaz Campomanes y Jorge Pache Rodríguez, se clasificó en tercer lugar en la tabla por parejas. El puesto logrado por estos extremeños les llevará, junto a las dos parejas clasificadas en primer y segundo lugar, al Campeonato del Mundo de la modalidad del año 2009.

La competición nacional que se desarrolló en aguas extremeñas es la primera de una modalidad que se ha abierto este año, y cuya primera prueba se ha celebrado sin clasificación previa por autonomías, es decir, era abierta. Se trata de un tipo de pesca en la que el objetivo es capturar grandes peces.

PIEZAS DE GRAN TAMAÑO Para este primer campeonato de carpfishing, en el que tomaron parte 48 parejas de toda España, las especies válidas eran los barbos y carpas con un peso mínimo de 5 kilogramos, si bien la especie que más se capturó fue la carpa, tanto común como royal.

Dado el peso establecido como mínimo, las bases del campeonato autorizaban la entrada de participantes en el agua hasta la rodilla, exclusivamente en el momento de salabrar la pieza,en el que un pescador podía ser ayudado por su compañero.

Del total de piezas que se pescaron, que fue elevado, sólo 12 alcanzaron el peso de 5 kilos que las bases establecían como mínimo, tal y como señala José Fuentes Manchado, delegado de la Federación Extremeña de Pesca presente en la prueba. De las cuatro zonas que se marcaron, no en los lugares previstos debido a la subida del nivel del embalse en la última semana, sólo se consiguió capturar piezas en tres de ellos.

La competición fue de una sola manga de 48 horas ininterrumpidas de duración y se autorizó la instalación de un refugio para dos personas o dos individuales. En ellos los pescadores esperaban a que sonara el dispositivo de alarma con el que estaban dotadas las seis cañas que se les autorizaba a utilizar por pareja y que indicaba que los peces habían picado.