La Guardia Civil ha detenido a 12 personas e imputado a una más, en el marco de la ´Operación Bambi´, por organizar y desarrollar cacerías furtivas en diversos puntos de España.

La operación se ha llevado a cabo en las provincias de Madrid, Toledo y Salamanca y en ella se han intervenido numerosas armas de caza, silenciadores, focos y miras telescópicas, una taxidermia ilegal, además de una prensa y un torno, utilizados para la fabricación de silenciadores, comúnmente conocidos como ´chupetes´.

Los detenidos son presuntos autores de los delitos de asociación ilícita, tenencia ilícita de armas de fuego prohibidas y otros relativos a la protección de la flora y la fauna. A estos se les han incautado cerca de 500 trofeos de caza (cabra hispánica, venados, jabalíes, muflones, gamos, rebecos) y especies protegidas como la avutarda, el turón y otras rapaces nocturnas, así como crías de animales congeladas.

Los detenidos son personas totalmente preparadas, como ha señalado la Guardia Civil, ya que su forma de moverse y actuar denota experiencia en el deporte de la caza y en el manejo de armas. Además cuentan con conocimientos tanto cartográficos como del terreno y portan equipamiento de última generación.

ORGANIZACION Estos grupos estaban perfectamente organizados y entre ellos se encontraban, en el grupo detenido en Toledo, algunos miembros conocidos en el argot de los cazadores como ´geipers´, por ser perfectos conocedores de los terrenos cinegéticos. Los detenidos utilizaban siempre vehículos de apoyo, uno de lanzadera, encargado de alertar si veía algo extraño, y otro para recoger las piezas abatidas.

En sus traslados, los miembros de estos grupos especializados en cacerías furtivas practicaban dobles fondos en los vehículos para evitar que fuesen localizadas las armas y los silenciadores. La Guardia Civil ha informado además de un sofisticado sistema en un vehículo de nueva adquisición, donde habían practicado un ´zulo´ en el faro trasero izquierdo del automóvil.

Agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza de Madrid comenzaron en el 2007 las investigaciones que han culminado con estas detenciones, con el fin de esclarecer la posible existencia de un grupo organizado especializado en caza furtiva de especies cinegéticas, no cinegéticas y en peligro de extinción, que pudiera estar desarrollando su actividad en todo el Territorio Nacional, especialmente en reservas naturales. La Guardia Civil pudo constatar que el grupo estaba distribuido por Madrid, Castilla-La Mancha y Castilla y León