Cierra la sucursal de Liberbank de la calle San Pedro tras dar positivo un empleado. Hay varios trabajadores en cuarentena. El contagio se conoció ayer, lo que obligó a activar el protocolo y a clausurar el local para someterlo a una desinfección completa. Se ha realizado entre ayer por la tarde y esta mañana. Ha podido reiniciar su actividad hacia mediodía, para lo que ha sido necesario reestructurar las plantillas de otras sucursales con el objetivo de poder cubrir parte de las bajas de la calle San Pedro, ya que se trata de una de las principales oficinas de la entidad financiera en la capital cacereña.

Es el tercer local público que cierra en la ciudad en los últimos cuatro días. Primero fue el Gran Café, donde también dio positivo un trabajador, una ayudante de cocina. En este caso, tras tener conocimiento del contagio, la dirección del histórico negocio de hostelería tomó la decisión de cerrar sus puertas a la espera de que el resto de los empleados de la plantilla (hay doce en total) se sometieran a pruebas PCR. Los análisis se realizaron ayer y han arrojado resultado negativo por lo que hoy por la mañana el local ha podido retomar su actividad después de realizar una desinfección para garantizar la seguridad.

El domingo también cerró la Churrería San Blas. En este caso no porque en la plantilla se hubiera detectado algún contagio, sino porque los tres trabajadores (familiares entre sí) han estado en contacto con una persona infectada. Son contactos estrechos porque el enfermo es un familiar directo por lo que tendrán que guardar la cuarentena. Ninguno de los empleados presenta síntomas aunque se someterán, tal y como establece el protocolo sanitario, a las pruebas PCR. En este caso, aunque arrojen resultado negativo, deberán permanecer en casa durante 14 días por prevención, tiempo que la churrería se mantendrá también cerrada.

A través de sus redes sociales también anunció su cierre ayer la clínica veterinaria Doctor Can, situada en la calle Santa Teresa de Jesús, en la Madrila. Uno de los miembros de la plantilla dio positivo en covid-19 por lo que el resto de los empleados se va a someter a las pruebas diagnósticas por prevención. Una vez que se conozcan los resultados volverá a reabrir sus puertas. "Uno de los integrantes del equipo ha dado positivo en coronavirus y aunque el resto no somos considerados contactos de riesgo, nos vamos a someter, de manera voluntaria, a pruebas diagnósticas. Cuando tengamos la seguridad de poder seguir atendiendo a todos nuestros pacientes sin ningún riesgo, volveremos a reanudar nuestra actividad”, dicen en un comunicado.