Los automóviles de lujo siempre han supuesto un gran reto para los fabricantes de vehículos, sobre todo para una marca como Peugeot, que desde que nació ha destacado por sus modelos de gama media y baja. No obstante, durante sus casi 130 años de producción automovilística, la marca del león ha sabido mantener en su gama algunos modelos de lujo muy interesantes que actualmente son muy valorados por los coleccionistas y amantes del motor.

Uno de estos modelos es el 183, conocido popularmente como 12 SIX por sus caballos fiscales franceses (12) y por el número de cilindros de su motor (Six, seis). Este modelo se lanzó al mercado en 1928 y supuso el regreso gradual de la firma francesa al segmento de lujo después de la Primera Guerra Mundial. Cabe destacar que fue un regreso a un segmento muy competitivo en el que Peugeot presentó un producto de coste accesible, en contraste con las grandes marcas de lujo de la época. El objetivo de la compañía era ofrecer a su fiel clientela una gama de carrocerías equipadas con una mecánica de seis cilindros, pero con una cilindrada por debajo de los dos litros (1.991 c.c.).

Las primeras unidades fabricadas del 183 tenían carrocerías berlina, limusina y landaulet. Sin embargo, el lanzamiento de este modelo fue un poco agridulce, puesto que los 38 caballos que rendía el motor no permitían aceleraciones fulgurantes y además, las primeras versiones presentaron problemas de fiabilidad que, en algunos casos, llegaron a comprometer el éxito de este modelo. No obstante, el problema se resolvió al año siguiente con la llegada del 183 C, una versión equipada con una mecánica revisada llamada RA3 a la que se incrementó la potencia en 4 caballos.

En 1930 llegó la versión 183 D, cuyo motor recibió un nuevo incremento de potencia hasta alcanzar los 47 caballos (9 cv más que la versión de 1928). A esta versión se añadieron también nuevas carrocerías como la de tipo torpedo, el cabriolé y el falso cabriolé, que era una versión cabriolé pero con una capota rígida en imitación de piel. Con esta última versión, el 183 12 SIX alcanzó su madurez, con unos acabados que no tenían nada que envidiar a la competencia, una mecánica fiable, unas prestaciones elevadas y un precio extremadamente competitivo.

El 12 SIX destacó principalmente por su depósito de combustible, que estaba situado en la parte trasera y conectado con una pequeña bomba manual montada sobre un pequeño depósito que podía emplearse como reserva y que estaba colocado en el vano del motor. Este sistema, que permitía sacar el depósito del vano motor, tenía grandes ventajas como la reducción del riesgo de incendio y la eliminación por completo del olor a gasolina dentro del habitáculo.

La producción del Peugeot 183 12 SIX finalizó en 1931 con un total de 12.626 unidades fabricadas. Entre 1927 y 1928 se fabricaron en las instalaciones de Audincourt (en versiones Berlina, Torpedo, Coupé y Cabriolé) un total de 2.998 unidades del Peugeot 183 y 183 A; mientras que entre finales de 1928 y 1931 se fabricaron en Audincourt y Sochaux (en versiones Berlina, Torpedo, Falso Cabriolé y Cabriolé) un total de 9.638 unidades del Peugeot 183 C y D. Sin duda, se trata de un buen resultado, teniendo en cuenta que se lanzó en vísperas de la crisis de 1929. Este elegante modelo consiguió superar una crisis que fue terminal para muchos otros modelos de automóviles y que propició el cierre de numerosos fabricantes de vehículos.

Por último, un dato muy curioso es que la historia del Peugeot 12 SIX se repitió cuando la marca del león presentó en 1975 su nuevo modelo tope de gama con motor de seis cilindros, el Peugeot 604 y, en 1989, el Peugeot 605.