Lo llaman el Ikea chino, aunque su nombre real es Big Home. Se inauguró ayer hace un mes en la avenida Juan Pablo II (carretera de Mérida) de Cáceres y abre los siete días de la semana con horario ininterrumpido. No hace falta más que estar un rato en su entrada para comprobar que el flujo de clientes al interior del establecimiento es continuo. "La cosa está yendo bien", reconoce Arcadi Ballester, encargado de este negocio, que señala que con Big Home han buscado "subir el nivel del típico bazar chino", lo que incluye, por ejemplo, imagen corporativa en las bolsas o en los uniformes de los empleados.

Con 1.200 metros cuadrados de superficie, es el mayor establecimiento de este tipo que ha abierto sus puertas en Cáceres. Está centrado en los artículos de decoración y el hogar, pero sin renunciar a ninguno de los clásicos de estas multitiendas, como los juguetes, los productos de ferretería o la ropa, entre otros muchos.

"Esto es un no parar", se le escucha a uno de sus empleados --uno de los cuatro españoles que trabajan allí-- mientras se fuma un rápido cigarrillo en las puertas del local. "Para ellos es cuestión de matemáticas, de dos más dos son cuatro. Estos negocios nunca fallan y si lo hacen es por la competencia entre ellos, porque al lado de tu establecimiento de quinientos metros cuadrados te abren otro de tres mil. Si no, ¿quién va a decir que no a una cuchara por sesenta céntimos", dice Ballester, que ve precisamente en la competencia entre los propios chinos la principal razón del aumento de estos locales tanto en número como en superficie. "Aquí la guerra estalló en el momento en el que abrimos nosotros, pero no tardará mucho en abrir en Cáceres otro de cuatro mil metros cuadrados, segurísimo", incide el encargado de Big Home. Vinculado a este negocio por razones "familiares", Arcadi reconoce que los chinos son "muy suyos" a la hora de relacionarse con los demás, "aunque depende del tiempo que lleven allí", puntualiza. Eso sí, entre ellos la cosa cambia mucho: "Uno de los trucos que tienen ahora es que se prestan dinero entre ellos. Cinco mil euros de uno, cinco mil de otro..., pueden obtener 300.000 para llenar un almacén. ¿En qué banco puedes conseguir eso?". "Se conocen todos. El 70% de los chinos que hay en España vienen del mismo pueblo", argumenta.