El homenaje particular que Navalmoral quiso dar a las mujeres comenzó con la lectura del manifiesto del 8 de marzo, que, en primer lugar corrió a cargo de la primera teniente de alcalde, María Milagros Rodicio, para continuar con Hafida Mbitil, quien lo leyó en árabe, dirigido a las personas que aún no entienden a la perfección el castellano.MANIFIESTOUn año más vamos a conmemorar el Día Internacional de las mujeres. Un nuevo 8 de marzo que pretende, como siempre, hacer llegar nuestros mensajes a toda la sociedad en la que vivimos y de la que participamos.La sociedad occidental actual está construida sobre un consenso de valores masculinos que ha asignado a las mujeres los espacios privados y a los hombres los públicos. De la misma manera que un día se implantaron estos injustos valores, hoy pueden y deben cambiarse para que podamos conseguir hacer cada día más visible una identidad hace mucho tiempo formada y, hasta ahora, escasamente reconocida.Este año queremos decir que, más allá de vivir y convivir en un mundo de igualdad real entre hombres y mujeres, más allá de luchar y trabajar para ver crecer a nuestros hijos e hijas construyendo un futuro mejor, incluso más allá de ver cumplidos cualquiera de nuestros anhelos y derechos, queremos manifestar nuestro deseo de estar en todos los espacios sociales.Queremos estar en todos los espacios que conforman la idea de una sociedad más justa, en aquellos que definen los contornos de los pueblos y ciudades en donde queremos vivir en igualdad, creando espacios de comunicación más amplios, diseñando ámbitos de participación en lo privado pero también en lo público, abriendo el diálogo a la mejora de nuestra ubicación en esta sociedad.Construir un lugar para vivir supone contar con la presencia de toda la ciudadanía y no de parte de ella. Todo lo que un día se construyó artificial y equivocadamente puede ser modificado para hacer, de los espacios habitados ámbitos de participación en común; de los proyectos programados objetivos conseguidos y de nuestra manera de ser una manera de estar. Un compromiso ante el resto de ciudadanos y ciudadanas que manifieste al resto del mundo que no necesitamos tanto conquistar espacios como que se conozca y reconozca la presencia de las mujeres en ellos.Es posible que el eco de nuestras voces se escuche este 8 de marzo en muchas partes. Sería muy bonito que se escuchase en los corazones de todo tipo de gente, pero en ningún lugar nos parecía mejor que en la conciencia de quienes todavía no creen que es posible una sociedad libre y democrática con la plena participación de las mujeres. Por todas estas razones, por la lucha y memoria de quienes nos precedieron en su defensa, seguiremos alzando nuestras voces y conmemorando con orgullo el Día Internacional de las mujeres.