La tela que se encuentra en el Museo Catedralicio de Coria y, según algunas investigaciones y estudios de expertos correspondería al Sagrado Mantel de la Última Cena de Jesucristo, es la pieza más demandada para ver por los visitantes. Así lo manifestó ayer el Técnico del Museo Catedralicio, Óscar García Ballestero, que aseguró que esta reliquia universal de la cristiandad vinculado con la última cena de Jesucristo, «en los últimos años ha pasado de ser una pieza desapercibida a ser uno de los mayores atractivos para visitantes y turistas». Una pieza que, además, ha sido vista por las casi 10.000 personas que durante el pasado año 2019 han pasado por el museo. «Es una pieza única, que apenas se conocía y ahora se ha convertido es una pieza histórica de gran interés», afirmó.

Asimismo, alabó las acciones que en los últimos años se han llevado a cabo tanto desde el Cabildo Catedral, como desde la Diócesis y el Obispado de Coria-Cáceres, así como desde el propio ayuntamiento y desde la Asociación para el Desarrollo del Valle del Alagón (Adesval) en lo que es la la labor de dar a conocer esta pieza. Una gran difusión a la que se suma además la originada por los propios expertos e investigadores que llevan desde hace tiempo estudiando esta tela:. «Los científicos cuando vienen a Coria nos dicen que no somos conscientes de lo que tenemos, es una pieza arqueológica única».

Precisamente, la tela ha sido objeto de estudio en los últimos años por parte de diferentes expertos, entre los que se encuentra el profesor John Jackson, director del Turín Shroud Center de Colorado, ex-científico de la NASA y que estudió la Sabana Santa de Turín. Más próximo, concretamente el pasado mes de noviembre, investigadores de la Universidad de Oviedo se trasladaron hasta Coria para realizar labores de una exhaustiva investigación del Mantel de Coria. De hecho, en estos días se está a la espera de que los investigadores emitan un informe con las conclusiones del estudio que se enviará al Cabildo. La pieza, en la actualidad, se expone al público protegida en una urna de plata, dentro de una vitrina de cristal y que atrae las miradas de investigadores y miles de turistas al año.