Hasta ahora, el sector financiero se ha mantenido relativamente indemne a la crisis económica provocada por la epidemia sanitaria, pero no es inmune, en tanto que una parte importante del crédito que facilita a empresas y familias está concedido a actividades afectadas por el parón impuesto por el coronavirus. El último informe de Estabilidad Financiera (Primavera 2020) del Banco de España refleja que la exposición de las entidades de depósito a sectores especialmente sensibles a la crisis del coronavirus se situaba en diciembre del 2019 en torno al 20% del crédito a sociedades no financieras.

Ese dato apunta a que la solidez de las cuentas bancarias de este año estará relacionada con la capacidad que tengan las empresas de no incumplir con las obligaciones que impone su financiación. Y eso es particularmente se relaciona con los sectores de transporte, hostelería, comercio y otros servicios, que son los que presentan mayores probabilidades de impago del crédito, según refleja el informe.

El Banco de España pone de manifiesto que el impacto adverso de la crisis del coronavirus sobre la mora de los préstamos a empresas será heterogéneo entre sectores, y también entre empresas, dependiendo de su situación financiera de partida. Pero, asimismo, subraya que medidas públicas de apoyo al sector privado reducirán el impacto de la pandemia en la mora empresarial, tanto a través del apoyo directo a la situación financiera de las empresas como a través del estímulo macroeconómico.

Las expectativas de una mayor morosidad no ha desaparecido, pese a que la ratio de dudosos continuó a la baja en el 2019, y alcanzó el 4,8% en diciembre, lo que supone un descenso interanual de más de un punto porcentual. Los créditos refinanciados siguieron también con su descenso, situándose en un 5% del crédito al sector privado en diciembre de 2019. No obstante, la expansión del covid-19 causará aumentos en estas ratios, "aunque mitigados por la respuesta de la política económica", se enfatiza.

Disrupción económica

Pese al margen que tiene la banca con las medidas económicas públicas, la pandemia y las necesarias medidas de contención suponen una "importante disrupción de la actividad económica", dice el informe, que ya se refleja en los indicadores cualitativos, así como en los datos de empleo de marzo y las estimaciones de crecimiento del primer trimestre. El deterioro de los indicadores es superior al de la crisis financiera global del 2008. Esto supondrá un aumento importante del riesgo de crédito tanto de empresas como de hogares.

Y esta situación se produce en un momento en el que los benenficios bancaris van a la baja. El resultado consolidado del sector bancario español cayó un 13,1% en tasa interanual en el 2019. El descenso del resultado financiero, el aumento de los gastos de explotación (afectado, en cierta medida, por reestructuraciones de plantilla), el incremento de las pérdidas por deterioro por primera vez desde el 2012 y el ajuste del fondo de comercio de dos entidades significativas explican esta caída.

No obstante, el informe del Banco de España destaca que las ratios de rentabilidad del sector se situaban por encima de la media europea y de las principales economías de la UE, salvo Italia. El supervisor entiende que la crisis del covid-19 presionará adicionalmente la rentabilidad del sector bancario, en particular a través de la reducción de ingresos y del aumento de los gastos por deterioro

Respuesta contundente

El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, se ha manifestado en un mensaje que acompaña al informe en el sentido de que "cabe esperar que las entidades tengan un impacto negativo en la morosidad, presionando adicionalmente la rentabilidad a la baja". Así, debe considerarse que las cuentas de resultados son menos holgadas que a principios de siglo, y que la morosidad es superior a la que existía antes de la crisis financiera global.

El gobiernador, asimismo, inta a las autoridades a adoptar una respuesta "contundente, rápida y coordinada" a nivel fiscal, monetario y prudencial a fin de evitar que los efectos de la crisis del coronavirus sean duraderos. Hernández de Cos ha reconocido que las "necesarias" medidas de contención del coronavirus adoptadas por el Gobierno han tenido un impacto "muy severo" en la actividad económica, que ha incrementado "sustancialmente" los riesgos para la economía.

Con todo, ha destacado que los hogares y las empresas afrontan la situación con una posición financiera "significativamente más favorable que antes de la crisis financiera global", como resultado, sobre todo, de la "sustancial reducción de su endeudamiento" durante los últimos años.

Además, el sector bancario español ha mejorado "de forma significativa" la calidad de su balance y sus niveles de solvencia en la última década, lo que le coloca en una "mejor situación para absorber esta crisis y para seguir facilitando la financiación que la economía precisa".