El confinamiento al que ha obligado la crisis sanitaria del coronavirus no ha podido con las ganas de vacaciones de muchos españoles, que tienen claro que en cuanto puedan cogerán sus maletas este verano. Es lo que se desprende de la '1 Encuesta a la demanda turística potencial nacional' presentada esta semana, que concluye que un 41,5% de los españoles piensan salir para disfrutar de unas merecidas vacaciones este verano, y se inclinan por hoteles en destinos de sol y playa fuera de su comunidad, datos que permitirán cierto alivio en el sector hotelero y turístico nacional. Otro 33% de españoles, dice el informe, aún se lo está pensando.

La encuesta forma parte de la campaña Loving Tourism, impulsada por la consultora turística Castro Consulting para tratar de mitigar el impacto de la crisis sanitaria en el sector. El sondeo se realizó entre 2.500 personas de todo el territorio nacional durante los días 2 al 20 de abril, justo cuando más miedo y desinformación teníamos y aún no se conocía los planes de desescalada del Gobierno central, según explicó Juan Castro, CEO de la consultora, durante el webinar de presentación del informe, en el que también participaron la responsable del Sistema de Análisis y Estadísticas del Turismo de Andalucía (SAETA) de Andalucía, Inma Gallego; el director de Inteligencia Turística de la Comunidad Valenciana, Mario Villar y la directora gerente de Turismo de Lloret de Mar, Elisabeth Keegan.

Los datos suponen un rayo de esperanza para el sector hotelero, que este año deberá confiarse al turismo nacional tras la recomendación que países como Alemania han hecho a sus nacionales para no viajar a España. El 41,5% de los residentes encuestados mantienen la intención de salir de vacaciones, mientras que un 25,1% da por hecho que se quedará en casa. Respecto a ese 33, 3% que duda, creemos que son un grupo de turistas que pueden caer hacia el 'sí' cuando se tenga un poquito más de información, valoró Castro.

Mejor en coche que en avión

La incertidumbre o falta de seguridad ante la evolución de la pandemia (39,9%) y la situación económica personal por la pérdida del empleo o la falta de rentabilidad de los negocios (20,7%) son los motivos esgrimidos por ese 58,4% de encuestados dudosos y quienes tienen claro que no veranearán este año. Pero aun así, el 73% de este grupo de encuestados da por hecho que sí saldrá de vacaciones el año que viene. Llama la atención la confianza de los encuestados en las medidas de seguridad, ya el riesgo de contagio como elemento disuasorio es esgrimido por sólo 11,2%.

Respecto a quienes ya apuntan que tendrán vacaciones, el avance de la crisis sanitaria ha evidenciado un aumento del interés por destinos nacionales, que crece un 16,5% respecto a las intenciones de antes del periodo de alarma, mientras que los destinos internacionales caen un 30,3% respecto a antes de marzo. También aumentan un 15,3% los que se inclinan por viajar a destinos en otra comunidad autónoma. El estallido de la crisis sanitaria ha modificado además los hábitos de transporte, si antes de la alarma sanitaria la mayoría escogía medios de transporte masivos, ahora el 77% se inclina por viajar en su propio coche frente al 30% que sigue confiando en el avión. Unos datos que, según Castro, avalan la tesis de que este 2020 será el año del turismo nacional.

Un aspecto llamativo de la encuesta tiene que ver con el tipo de alojamiento. El nivel de aquellos que pensaban alojarse en un apartamento o vivienda turística se mantiene estable, en torno a un 35%, y bajan aquellos que optaban por un hotel, aunque siguen siendo mayoría Así, antes de la alerta, un 64% de los encuestados barajaba esta opción, mientras que ahora son el 55%. Asimismo, suben los que buscan una vivienda secundaria (el 13,5%), alojamientos rurales (ya son el 21,2%) o casas de familiares y amigos (15,6%).

Por último, el informe analiza el tipo de producto turístico favorito, confirmando que la gente sigue apostando por el turismo de sol y playa, un destino escogido por el 56,4% de los encuestados. Castro hizo hincapié en que se detecta un incremento del 9,5% respecto a antes de la alerta sanitaria, porque entienden que es un destino seguro, añadió Castro. La alerta sanitaria también parece haber favorecido a destinos naturales, que muestran un alza del 8% respecto a antes de la pandemia, el turismo rural, que crece un 6,9%, o incluso las vacaciones en autocaravana.