Primero fueron 55 y actualmente son 80 los hosteleros placentinos que han obtenido autorización para ampliar el espacio que tenían destinado a terraza. Según informó ayer lunes el ayuntamiento, «a todos los que lo han solicitado se les ha concedido». Así, el resto hasta 150 no lo habrían solicitado.

Es la Policía Local quien da el visto bueno a estas solicitudes, una vez visitada la terraza y comprobados los metros disponibles y la posibilidad de ampliación. No obstante, la plataforma contra el ruido, en la que se encuentra la Asociación de Vecinos Intramuros, ya ha recordado que la orden del Ministerio de Sanidad que permite la ampliación señala también que debe «llevarse a cabo un incremento proporcional del espacio peatonal en el mismo tramo de la vía pública en el que se ubique la ampliación de la terraza».

Primera semana

Por lo que respecta a la primera semana de reapertura de los bares, los hosteleros realizan una valoración positiva, sobre todo porque están contribuyendo a «dar un tono de normalidad», en palabras de Raúl Paniagua, hostelero de La Pitarra del Gordo, en la plaza Mayor.

No obstante, señala que, de momento, «no estamos ganando dinero porque solo con el 50% de la terraza y sin que nadie pueda entrar a la barra, estamos funcionando al 25%».

A su vez, considera que «falta mucha pedagogía» e información porque en muchas ocasiones los clientes cometen errores «de buena fe o inconscientemente», que los hosteleros corrigen y «hay gente que se lo toma bien, la mayoría, pero no todo el mundo». El problema es que, si un cliente no respeta por ejemplo la distancia de seguridad, es el hostelero quien se lleva la multa por permitirlo. Así, Paniagua confiesa que ha llegado a plantearse cerrar por la presión: «Nosotros no somos policías».