¿Abrirán este verano las piscinas en Extremadura? Y si lo hacen, ¿con qué garantías y en qué condiciones? Los interrogantes son los mismos entre alcaldes, comunidades de vecinos o clubs privados, que prevén una avalancha en los meses estivales cuando el calor apriete, haya gente de vacaciones y resulte complicado trasladarse a las playas.

En Cáceres, el concejal del área, Andrés Licerán, cuenta que el ayuntamiento lleva trabajando en un plan de apertura. «Está todo preparado para abrir las cuatro piscinas municipales de la ciudad: Ramos Guija, Aldea Moret, San Jorge y Parque del Príncipe, más la de Valdesalor y Rincón de Ballesteros, pero desde luego en todo momento vamos a seguir las recomendaciones del Ministerio de Sanidad en cuanto a la desescalada. Nuestra prioridad va a ser garantizar la seguridad y la salud tanto de los trabajadores como de los usuarios».

Licerán explica que habrá que estudiar los plazos y el aforo que marquen desde el Gobierno central. La gestión de estas instalaciones, en el caso cacereño, es de Conyser y de ella se ocupan 33 trabajadores. Este año se preveían abrir el 19 de junio, pero el coronavirus puede trastocar los planes.

El problema también toca de lleno al cámping de la ciudad. El gerente, Nemesio Vivas, se ocupa de esta infraestructura adjudicada por el consistorio durante un periodo de 25 años. Están a la espera de poder reabrir las instalaciones aunque con grandes dudas sobre qué medidas deberán aplicarse. «Es una piscina muy cuidada, ya trabajamos en tenerla a punto porque es una de las que más le gusta a los cacereños. Pero no sabemos nada y estamos a la espera de que nos den instrucciones». El inmueble tenía contratados alrededor de 15 trabajadores, pero la mayoría están con un ERTE. «Son muchas las ganas de dar servicio. El restaurante es grande, para 280 plazas, enorme. Además contamos con una amplia terraza y por capacidad hay suficiente como para garantizar la distancia de seguridad».

Piscina natural de Aldeanueva de la Vera / EL PERIÓDICO

En plena naturaleza

La incertidumbre planea igualmente en la piscinas naturales de la comarca de La Vera. «No tenemos indicaciones ministeriales», señala Luis Miguel Núñez, alcalde de Jaraíz de la Vera, que ve muy complica la vuelta a la normalidad. «¿En un medio natural, cómo controlas el aforo, las distancias mínimas, poniendo cámaras, policías?, es que no se puede; en las privadas es más fácil», apunta.

Madrigal, Villanueva, Losar, Jarandilla, Jaraíz y Collado son municipios para los que esta situación ha supuesto un mazazo económico. «Nos surtimos mucho del turismo de verano, dada la proximidad a la capital de España. En menos de dos horas uno se puede instalar aquí y pasar el fin de semana. No solo afecta a las familias que viven de esto sino por capilaridad a otros negocios: casas rurales, alojamiento, bares, restaurantes, tiendas de souvenirs, alimentación... todo va en cascada y ligado».

Núñez insiste en la «incertidumbre. Nadie nos dice nada a los alcaldes». Habla de pérdidas del «cien por cien; lo que reciben familias enteras para poder subsistir durante todo el año. Hay gente cuyo único medio de vida es este: trabajan en la época estival y durante el resto del año pueden ir amortizándolo y guardándolo». No puede dar cifras, pero admite que se trata de «pérdidas millonarias».

El regidor ha entregado un escrito a la Mancomunidad de La Vera instando a los primeros ediles con zonas de baño a una reunión para abordar este asunto y que «podamos ir avanzando o que por lo menos adoptemos alguna medida, que haya un criterio unánime por los ayuntamientos afectados». En él detalla que en la comarca «existen muchas familias que viven del trabajo de estas instalaciones. Por ello, y con este objetivo, queremos ayudar y apoyar al tejido productivo y empresarial de nuestra zona, tratando de que juntos y unidos volvamos a normalizar la situación y superar esta epidemia social lo antes posible y en las medidas de nuestras posibilidades».

En Badajoz, el alcalde Francisco Javier Fragoso, subraya que aún no se ha tomado una decisión sobre la apertura de las piscinas municipales, pues no está clara la normativa sobre los aforos. Además, según reconoce, el «principal problema» sería la desinfección de aseos y vestuarios, que habría que limpiar tras cada uso, lo que obliga a multiplicar el personal. «Si se pudieran abrir, se estudiaría cómo, pero no es sencillo», apostilla.

Por su parte, el Casino pacense es otro de los grandes afectados. Su presidente, Ignacio García Guerrero, muestra su preocupación por lo que va a ocurrir, porque hay muchos socios que utilizan el club de campo en verano, así como el resto de los inmuebles de la sociedad. «Nos encontramos estudiando varias fórmulas porque suponemos que nos limitarán el aforo. Un día que entren los socios pares, otros los impares; quizá podría ser una posibilidad». Las instalaciones tienen capacidad para 1.200 personas, la de la piscina es de 330.

El club privado cuenta con unos 10.000 socios. Desde la institución ya se prepara un dossier sobre la ocupación diaria de la piscina del año pasado para tener la mayor información posible y así tener una pauta de actuación para esta temporada. En cuanto al número de empleados, la mayoría tienen un ERTE desde que se decretara el estado de alarma. Sí queda el personal de mantenimiento, puesto que la zona de baño, el chiriguito y el resto de infraestructuras, se están adaptando para tenerlas a punto en el momento en que la reapertura se decida.

Piscina del Casino de Badajoz / SANTI GARCÍA

Pagar las cuotas

García Guerrero se refiere de igual modo a las consecuencias económicas. «Como sociedad que tiene por objeto el fomento de las relaciones sociales entre todos sus socios y familiares, no podemos ni queremos dejar a nadie atrás y creemos que no debemos permitir que haya familias que se vean en la tesitura de tener que darse de baja por no poder afrontar el pago de la cuota», asegura.

Recuerda que en caso de que alguna familia esté pasando por dificultades económicas puntuales y reversibles que les impida atender dicho pago, «queremos que sepan que somos sensibles a sus problemas y estamos abiertos a valorar la situación familiar, caso por caso, para lo cual quien justifique que no puede atender la cuota mensual debe comunicarlo al departamento de administración, y se le dará por parte de la junta directiva una respuesta personalizada según sus circunstancias».

El Casino se fundó hace casi 160 años, «ha sobrevivido a guerras, revoluciones, cambios de regímenes políticos y otras situaciones. Entre todos saldremos adelante y más pronto que tarde llegará el día en que volveremos a disfrutar como nunca de nuestras instalaciones, sabiendo para entonces valorar en su justa medida algo en lo que quizá no habíamos reparado antes: que la libertad es un privilegio», concluye el presidente.

Las comunidades de propietarios plantean los mismos interrogantes que el resto. En Mérida, Antonio Manchón reside junto a su mujer y sus dos hijas, de 12 y 16 años, en un bloque de la calle Eugenio García Sandoval. «Lo vemos bastante complicado. Las áreas infantil y deportiva permanecen cerradas y la gente tiene sus dudas sobre si podrán abrir la piscina. Unos vecinos piensan que no, otros tienen esperanza y quieren empezar a mover papeles, preguntar al administrador de fincas e ir un poquito por delante, aunque en general lo observamos con cierto pesimismo».

Horarios por edad

Manchón estima que lo ideal sería la puesta en marcha de horarios según la franja de edad, lo que contribuiría a evitar la propagación del virus, especialmente en las personas mayores, que son las más vulnerables.

De hecho, un informe que acaba de publicar el CSIC desvela que el agua no es el medio ideal para el coronavirus, pero las aglomeraciones que se pueden producir en ella, sí. Dicho estudio determina que la infección por SARS-CoV-2 por contacto con el agua de condiciones estándar para el baño es muy poco probable. Hasta que todas estas cuestiones no se aclaren, el ansiado chapuzón tendrá que esperar.