Nadie podría imaginar un final así, pero el sueño americano ha terminado por culpa del coronavirus. Los 16 alumnos extremeños que este curso estudian 1º de Bachillerato en EEUU y Canadá gracias a las becas de la Fundación Amancio Ortega vuelven a Extremadura antes de lo previsto. El curso terminaba en junio para la mayoría, pero la organización, atendiendo a las recomendaciones de las autoridades, ha decidido suspender el programa de movilidad en el que participan 600 estudiantes de todo el país ante la expansión del covid-19 al otro lado del Atlántico.

Mauricio Sánchez / EL PERIÓDICO

«Nos han pedido volver a España. La fundación ha esperado todo lo posible por si la situación pudiera mejorar pero llegó un punto en el que creo que hubiera sido irresponsable quedarnos aquí. Me duele mucho irme ahora, pero volver es la opción correcta. Nadie sabe qué nos podría pasar aquí si la cosa va a peor», cuenta Mauricio Sánchez horas antes de viajar hasta Dallas, desde donde partirá un avión fletado por la Fundación Amancio Ortega rumbo a Madrid. Mauricio es uno de los 16 extremeños que consiguieron el año pasado una de las ansiadas becas para estudiar un año en EEUU. Es placentino, alumnos del IES Gabriel y Galán, y desde el pasado agosto estudia en el Norman North High School, en la ciudad de Norman. «En Oklahoma están aumentando los casos de coronavirus muy rápido y la población no está siguiendo realmente las medidas adoptadas», cuenta. Allí iba a quedarse hasta el 1 de junio pero toca volver a casa. Ayer tenía clara la ruta hasta Madrid, pero no el viaje de vuelta a Plasencia. «No sé cómo se hará todavía».

Un camino parecido de vuelta a casa le espera a Lucía López, una joven de Esparragalejo (Badajoz) que este curso estudia en Boardman (Ohio). Tendría que regresar a España el 14 de junio, pero el covid-19 ha truncado su ilusión. Reconoce que la fundación ha ordenado el regreso a España por el bien de los becarios, también porque estando en cuarentena «es muy difícil socializar, ya que no tengo clases y no puedo quedar con amigos y es el objetivo del programa». Pero ella «preferiría hacer la cuarentena en América porque voy a hacer lo mismo que en España», señala.

«En Ohio no hay una cuarentena tan estricta como allí. Aquí te permiten salir de casa para dar un paseo con tu familia». Responde a este diario desde el aeropuerto de Cleveland, donde ayer estaba esperando un vuelo hacia Atlanta. De allí le esperaba otro vuelo a Dallas, desde donde parte el avión fletado por la fundación para todos los alumnos españoles repartidos por EEUU (hay otro vuelo desde Toronto para los alumnos becados en Canadá).