Las compañía aéreas españolas esperan a conocer los detalles del Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicos --dotado con 10.000 millones—aprobado este viernes por el Consejo de Ministros para decidir si se acogen a sus beneficios. Aunque el Gobierno ha aprobado los aspectos generales de aplicación del fondo, la letra pequeña está aún por decidir. La creación de este fondo, que gestionará la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), se ajusta a la normativa de ayudas de Estado de la Comisión Europea (CE), que el pasado 8 de mayo aprobó la modificación del marco temporal de medidas de ayuda estatal frente a la pandemia para incluir iniciativas encaminadas a permitir la recapitalización de empresas no financieras en dificultades por el covid-19.

Otros estados miembros de la UE ya han acudido al rescate de compañías, especialmente aéreas, como Alemania que ha aprobado un rescate para Lufthansa por importe de 9.000 millones de euros y ha entrado en el accionariado del grupo de aerolíneas germano para evitar que se declarara insolvente. Air Frances-KLM también se ha beneficiado de esas ayudas. Y lo propio ha hecho el Estado portugués, que ha pasado a tener el 72,5% de la compañía aérea TAP, a la que inyectará 1.200 millones.

Garantizar la continuidad

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, dijo ayer que la finalidad del fondo es "garantizar la continuidad y solvencia de las empresas que son o eran perfectamente viables o solventes y constituyen el corazón del tejido empresarial y productivo". Las compañías interesadas son las que deberán solicitar acceso al fondo y deberán cumplir las condiciones previstas en el marco temporal comunitario y las que serán fijadas próximamente por el Consejo de Ministros, según ha explicado el Ministerio de Hacienda.

Bruselas ha determinado que, bajo estrictas condiciones, los estados puedan renacionalizar empresas permitiendo intervenciones públicas en forma de ayudas destinadas a la recapitalización. Además, el Estado deberá recibir una remuneración suficiente, que incentive a los propietarios la recompra de las acciones y se exigen planes de salida de forma que el capital público solo estaría autorizado a permanecer un máximo de seis años en las empresas cotizadas.

Las compañías aéreas quieren conocer si esas u otras son las condiciones que se les exigirán para acceder a las ayudas. Lo que está claro es que la necesitan. Luis Gallego, presidente de Iberia, reclamó al Gobierno medidas estructurales para apoyar al turismo y al sector aéreo en tanto que sectores estratégicos, ante “la peor crisis de la historia”. Las compañías aéreas “saldrán más pequeñas y más endeudadas” de esta crisis dijo en el reciente foro empresarial de la CEOE. El llamamiento, compartido por el presidente de Globalia (Air Europa), Juan José Hidalgo.

Ni Iberia ni Air Europa confirmaron ayer que vayan a solicitar su participación en ese fondo, pero sería una sorpresa que finalmente no se acogieran. "Todavía no tenemos los detalles", comentaron. Pero el estado de sus balances las obliga a dar un paso al frente.

Desmantelamiento de operaciones

Iberia, cuyo resultado, aunque positivo, ya cayó un 6,5% en el 2019, se ha encontrado con el desmantelamiento de sus operaciones desde el mes de marzo. En estos momentos -tras el desconfinamiento—mantiene 110 vuelos al día, cuando antes de la crisis sanitaria operaba 600 vuelos diarios. La operativa actual es de corto y medio largo cuando la fortaleza del negocio de la aerolínea española son las conexiones de largo radio, principalmente con Latinoamércia. “Tenemos cerrados los mercados de Brasil, Colombia, Argentina, México, Chile y otros de esa zona geográfica. No se sabe cuándo van a abrir sus fronteras. Es un duro revés para los intereses de Iberia”, comentan fuentes aeronáuticas para quien que las ayudas aprobadas por el Gobierno son imprescindibles, aunque llegan tarde. “El sector del automóvil es importante y tiene sus ayudas, pero el aéreo también lo es”, agregan. Vueling, la otra compañía española del grupo IAG cuenta con la ventaja de que operas rutas de corto y medio radio que ya han comenzado a abrir. Pero esa compañía forma parte del grupo. No es previsible que si Iberia accede a las ayudas, Vueling no lo haga.

Iberia, que no es capaz de generar mucha caja en las actuales circunstancia, tiene al 70% de su plantilla en expediente de regulación temporal de empleo (erte). La compañía incluso se ve obligada a replantearse la fusión anunciada con Air Europa. “Seguirá adelante”, dicen fuentes internas, pero no será en los actuales términos en los que Iberia pagaba 1.000 millones por la operación. "Lo que estamos haciendo es analizar la viabilidad de esa operación en este contexto, no desde el punto de vista estratégico sino ver las alternativas que tenemos para poder realizarla porque yo sí que creo que estratégicamente tiene todo el sentido", ha idcho Gallego

No está claro que esa visión se comparta por Air Europea en estos momentos. Las dos compañías han entrado en una fase de enfriamiento de las relaciones, especialmente desde que el grupo IAG, al que pertenece Iberia, no cumpliera con el trámite de enviar a la Comisión Europea el expediente para que Bruselas apruebe la fusión. Quizá por espera que la crisis resuelva la situación y acaben por cumplirse las palabras de Hidalgo en la cumbre de la CEOE: “Estamos secos. No tenemos dinero. No sé cómo vamos a aguantar. Si no nos dan ayudas, vamos a durar un telediario”.