El asturiano Daniel Alagüero ha creado una mascarilla magnética que funciona sin gomas. El prototipo de mascarilla funciona con un sistema de imanes ubicados en el puente de la nariz y la barbilla, y se puede unir a las gafas. El modelo de mascarilla solo es válido para las mascarillas FPP2, ya que tienen que tener cierta rigidez en la estructura para poder incoporar los imanes.

El inventor cuenta que no modifica el tejido de la mascarilla, solo la manera de colocarla. El ajuste de ella es igual que si tuviera gomas, y variará según la posición y la inclinación de los imanes.

Cómo surge la idea

La idea de inventar una mascarilla en la que las gomas no fueran necesarias, surgió tras salir del confinamiento y tener que trabajar las 8 horas con la mascarilla puesta.

Según cuenta Alagüero en unas declaraciones a Cadena Ser "el primer prototipo eran unas gafas de sol y un poco de cinta aislante, poniendo en el horizonte una mascarilla". Su mujer fue la que le propuso la idea de los imanes, ya que en todos los sistemas de fijación que probaba no funcionaban.

Opciones de la mascarilla

La mascarilla magnética presenta tres opciones diferentes adaptadas a las necesidades de cada persona.

La primera opción es para aquellos que utilizan gafas. El formato incorpora dos imanes en la montura de las gafas y otros dos adheridos a la mascarilla. Esta función evita que los cristales se empañen. La segunda opción está pensada para personas que no llevan gafas. Unicamente lleva dos imanes en la nariz y uno en la barbilla, implantados en la mascarilla y en una tira nasal o un esparadrapo de alta calidad quirúrgica. La última opción está pensada para personal sanitario, en la que los imanes son mucho más grandes, permitiendo una mayor estabilidad.

Lanzamiento al mercado

De momento dos empresas se han interesado por la mascarilla: una catalana que fabrica imanes y otra asturiana que se dedica a la producción de mascarillas. Daniel cuenta que le preguntaron si la mascarilla estaba homologada, porque "el miedo está en no pasar los test de Industria o Sanidad". Al tratarse de las mascarillas FPP2, el tejido no sufre ningún cambio, por lo que la mascarilla pasaría las pruebas.

Además, explica que el coste de fabricación de la mascarilla es el mismo que una de gomas, ya que el único cambio que se tendría que hacer es añadir los imanes en las chapas de la nariz.