Los conductores de autobús han logrado su demanda y a última hora de la noche de ayer el alcalde de Cáceres, Luis Salaya, decretó que el bus será gratuito en tanto se mantenga el estado de alarma y las restricciones de movilidad en la ciudad. Todas las entradas y salidas a los vehículos deberán hacerse por la puerta de atrás y el ayuntamiento asumirá los costes de esta medida. "Que el ayuntamiento corra con estos gastos es un mal menor", advirtió el regidor municipal, que indicó que la decisión se adopta para proteger a los empleados.

Fue ayer cuando el comité de empresa, integrado por UGT, CSIF y el Sindicato Unido de Transportes, denunció la falta de seguridad a la que se ven sometidos, y las escasas medidas de protección, limitadas a una sola mascarilla, porque no llegan más, geles de manos y guantes. Los trabajadores criticaron que seguían cobrando manualmente y recargando tarjetas, con el riesgo que ello conlleva. El ayuntamiento emitió un primer comunicado diciendo que pondría medidas y que la entrada de usuarios al bus se había reducido un 30%. Pero los conductores querían más y finalmente no se pagará por el billete. Salaya comentó que se ha tomado esta decisión puesto que al acceder por la puerta trasera no se puede aplicar ningún mecanismo para el cobro en estos momentos.

Lo que la central sindical no ha conseguido es que se instalen unas mamparas, como también solicitaron ayer. Salaya indicó que la empresa concesionaria, Subus, no encuentra unas que estén homologadas dada la escasez de material ante el covid-19. La instalación de mamparas, semejantes a las que existen en los taxi, es una antigua reinvidicación del colectivo que nunca se ha visto solventada.