Antes de que se decretara el confinamiento por el covid, el autobús urbano de Plasencia contaba con unos 50.000 viajeros mensuales de media, una cantidad con la que las 13 familias de la cooperativa que gestiona el servicio podían “vivir con un sueldo normal”. Pero desde marzo, el número de viajeros ha caído drásticamente y la remontada en la nueva normalidad se ha quedado muy lejos de la antigua. Por eso, la cooperativa ha advertido que, si no recibe algún tipo de ayuda, se verá obligada a suspender el servicio en el mes de octubre.

“Tocamos fondo y no hemos remontado”, explica Mario Montero desde la cooperativa. Porque la media de viajeros ahora es de unos 10.000 mensuales. En agosto, se quedaron en 9.700, frente a 11.000 que hubo en julio y ahora calculan que terminarán septiembre con en torno a 13.000 porque, con la apertura de colegios e institutos, hay más estudiantes que utilizan el servicio. No obstante, “eso no nos saca de nada. Tendríamos que estar sobre los 50.000 para andar medio regular”.

Montero explica que hasta el mes de julio venían recibiendo una ayuda del Estado, pero se ha terminado. Se da la circunstancia de que Plasencia, al tener menos de 50.000 habitantes, no tiene obligación de contar con un servicio de autobuses, de ahí que el ayuntamiento no pueda optar a ayudas y todo lo que ha invertido en el servicio hasta ahora (autobuses,marquesinas…) sale de los fondos municipales.

Dada la situación actual, la cooperativa se ha reunido con el alcalde, el edil de Servicios Municipales, Luis Miguel Pérez Escanilla y el inspector de estos servicios para plantearles que “si no hay ayudas, el servicio se cierra”. No pueden aguantar más porque no solo no han ganado dinero, sino que han tenido que ponerlo de su bolsillo para afrontar gastos. Así, Montero reitera que, en octubre se tomará la decisión. No obstante, confían en que el ayuntamiento pueda evitar la suspensión del servicio. “Nos han dicho que sí o sí tiene que haber autobús urbano en Plasencia y están buscando una solución. Nosotros tenemos confianza en ellos”.

El ayuntamiento ha confirmado que “se están buscando posibilidades” y recuerda además que se está pendiente de la resolución de un proyecto europeo dotado con 130.000 euros y que mejoraría el servicio con GPS para que los usuarios sepan siempre dónde se encuentra el autobús, marquesinas con información actualizada y otros aspectos. Lo que se desconoce es cuándo estarán en marcha.