El servicio de autobús urbano de Plasencia está sufriendo también las consecuencias del confinamiento por el coronavirus. Desde el pasado 21 de marzo funciona con servicios mínimos y el número de viajeros ha descendido en este tiempo hasta los 200 diarios y 1.400 semanales. Antes de las medidas de aislamiento, sumaban casi 1.500 al día y casi 10.000 a la semana, según los datos de la Cooperativa Los Arcos.

Son 14 las familias, todos autónomos, que se hacen cargo del servicio en Plasencia, doce conductores y dos personas de mantenimiento, que se turnan de lunes a domingo para cubrir los servicios mínimos. Según estos, de lunes a viernes, por las mañanas, funcionan las líneas 1, 2 y 3, que pasan por las paradas cada hora desde las 7.30 horas. Por las tardes y los fines de semana, solo circulan las líneas 1 y 2, que alargan su recorrido.

Hay tres autobuses por las mañanas y dos por las tardes y los fines de semana. Antes, había 12 autobuses de lunes a viernes, 7 por las mañanas y 5 por las tardes y 4 los fines de semana.

Tomando como ejemplo la primera salida y según datos facilitados por el concejal de Servicios Municipales, Luis Miguel Pérez Escanilla, el número de viajeros en las líneas 1 y 2 oscila entre los 10 y los 14 y no todos realizan el recorrido completo. Para mantener la distancia de seguridad, el aforo máximo es de 15 personas y la cooperativa suele utilizar en el último pase dos microbuses «para no dejar a nadie tirado». No obstante, desde la cooperativa señalan que el segundo «no lo estamos usando, por la poca gente que utiliza el servicio».

La situación es tal que afirman que «cada día que salimos perdemos dinero. Si acaso da para pagar el gasóil, pero hay otros gastos». Además, cada día desinfectan los vehículos y también cada vez que realizan un recorrido completo. «Llevan una solución con lejía y, en cada viaje, limpian los asideros, asientos…», explica Escanilla. La nave en la que guardan los autobuses también pasa por este trabajo de desinfección.

Precisamente, por los gastos que ya tienen no contemplan aumentar la frecuencia de paso de los autobuses y ya han pedido al concejal y al alcalde que les incluya en las medidas y ayudas para autónomos y pymes porque somos familias las que vivimos de esto y encima el Gobierno recomienda no utilizar el transporte público», lamentan.

El taxi

El servicio del taxi no está corriendo mejor suerte en Plasencia que el del autobús urbano. Según el presidente de la asociación que aglutina a la mayoría, Carlos Pena, «estamos entre mal y muy mal». Recuerda que el servicio es voluntario y, aún así, continúa habiendo taxis «en todas las paradas», pero el confinamiento ha hecho que los taxistas placentinos puedan realizar «unos cuatro servicios al día de media», una situación que consideran «catastrófica». Por eso, el sector ha mostrado su preocupación y «no solo por el momento actual, sino por el futuro que nos espera».