La ciudad retoma el pulso económico muy lentamente desde que el pasado 28 de noviembre concluyeron la dos semanas de recomendaciones de las autoridades sanitarias para evitar un cierre perimetral, «que no evitaría la entrada de miles de persona pero afectaría a miles de empleos», periodo en el que se incrementó la vigilancia policial, se suspendieron actividades culturales y deportivas multitudinarias y se recomendó a la ciudadanía restringir al máximo la movilidad, pero sin reducir los horarios del nivel 3 ni reducir más los aforos.

Cuando el consejero de Sanidad, el alcalde y la delegada del Gobierno anunciaron dichas medidas, Badajoz andaba por el centenar de contagios diarios, bajaron a 75 y ayer se notificaron 13 en todo el área de salud. La incidencia acumulada estaba en 529 casos por cien mil habitantes a 14 días, y el pasado sábado era de 224 a 14 días y de 102 a 7 días, así como la ocupación en UCI era del 29% y ahora es del 10%. Además, ayer había 34 pacientes hospitalizados, 7 en UCI, se llevaban registrados 120 fallecidos y 6.758 altas.

Con esta situación, el periodo de 14 día finalizó el 28 de noviembre y ha vuelto la actividad al López de Ayala, se ve más vida en las calles, en la restauración y en el comercio, pero ninguno de estos dos sectores termina de despegar, según José María Pérez, de la Plataforma de Hostelería de Badajoz, y Félix Retamar, presidente de la Asociación de Empresarios y Centro Comercial Abierto Menacho.

Pérez manifestó que están a la espera de conocer las medidas que definitivamente rijan en este periodo y hasta el final de las navidades, pues los aforos en los establecimientos siguen como estaban: sin barra, al 40% en el interior y al 50% en terrazas, «solo fueron recomendaciones que nosotros hemos seguido, manteniendo nuestro nivel de compromiso, de responsabilidad y colaborando en la medida de nuestras posibilidades, pero seguimos echando en falta una protección al sector, al de autónomos y de todos los que no pueden trabajar», dijo.

La hostelería, señaló el presidente de la plataforma, «no queremos que nos den ayudas, sino que no suban las cotizaciones de la Seguridad Social; si nos limitan el trabajo, lo lógico sería reducir también la presión fiscal».

Retamar, por su parte, manifestó que en el fin de semana del Black Friday hubo un 30% menos de ventas que el año anterior, que «no se ve aún que mejore la situación aunque sea poco a poco, por eso tenemos nuestras esperanzas en la campaña de Navidad. Tenemos bastantes, bastantes esperanzas para que podamos sufragar las pérdidas de todo el año».

Señaló que «dado que Madrid y Sevilla en Andalucía están cerradas perimetralmente, tenemos la esperanza de que Badajoz, como ciudad principal de Extremadura y con su atractivo para la región y Portugal, atraiga a la gente para hacer aquí sus compras». Y añadió que «también por la concienciación ciudadana sobre la importancia del pequeño comercio para la ciudad, debido a las campaña que estamos haciendo».