Algunos de los bancos más importantes del Reino Unido han aceptado suspender el pago de dividendos en el 2020, presionados por el Banco de Inglaterra, que pretende que conserven ese dinero para hacer frente con mas garantías a la crisis del coronavirus. La suspensión de dividendos supone más de 15.000 millones de libras (unos 17.000 millones de euros).

Algunas de esas retribuciones iban a realizarse dentro de pocos días, de ahí la urgencia de la medida. Los fondos se retendrán al menos hasta finales de año. El Banco de Inglaterra ha pedido también a los responsables de Santander UK, Natwest, Barclays, Lloyds, HSBC y Standard Chartered que no paguen bonificaciones a sus directivos más destacados, algo que aún deben aceptar las diferentes entidades.

Apoyo a empresas y familias

Sam Woods, encargado de la supervisión bancaria del Banco de Inglaterra (Prudential Regulation Authority), había escrito a los directivos de los principales bancos comerciales, urgiéndoles, en términos muy firmes, a aceptar la suspensión de dividendos, para servir las necesidades de empresas y familias ante los desafíos extraordinarios que presenta el covid-19.

Woods les pedía que confirmarán su decisión la noche del martes y amenazaba con emplear sus poderes de supervisión si no se cancelaba la retribución. Los primeros afectados serán los accionistas del Barclays, que debían repartirse 1.000 millones de libras este mismo viernes.

Aunque las decisiones implican que los accionistas no recibirán dividendos, es una medida adecuada de precaución dado el papel único que los bancos deben jugar en el apoyo a la economía en este periodo de trastorno económico, indica el comunicado del organismo.

Repagar la deuda con los contribuyentes

La economía del Reino Unido, como la de otros muchos países, va a entrar en recesión este año y con los mercados financieros en estado de 'shock', es importante que los bancos mantengan sus reservas. Las entidades financieras fueron muy criticadas durante la crisis que comenzó hace 12 años, cuando algunas de ellas estuvieron pagando dividendos pocos meses antes de tener que ser rescatadas. Un caso especialmente escandaloso fue el del Royal Bank of Scotland, del que el Gobierno sigue siendo propietario del 62%.

Sería completamente inaceptable, según el ministro para los Negocios, Alok Sharma, que los bancos se negaran a ayudar injustamente a buenos negocios, que pasan por dificultades financieras. Sharma ha recordado que al igual que los contribuyentes ayudaron a los bancos en el 2008, ahora es el turno de los bancos, "de repagar el favor a los empresarios y a los británicos cuando lo necesitan".