«Los Bancos de Alimentos de la provincia de Cáceres detectan ya un incremento de las peticiones de ayuda que asciende al 5% y estiman a finales del mes de mayo esta cifra se podrá incrementar hasta el 15%, lo que supondría sumar a 1.200 familias a las más de 7.500 que atienden ya de media a través de 130 oenegés de la provincia. «De momento mucha gente va aguantando. Pero los casos van a aumentar con la situación que se ha generado por la pandemia del coronavirus. Y me preocupa que la gente pueda pasar hambre», sostiene Juan Carlos Fernández Rincón, presidente del Banco de Alimentos de Cáceres.

La organización ha recibido ayudas de la Diputación de Cáceres y de la Junta de Extraordinaria para hacer frente a la situación, pero las demandas se están incrementando y paralelamente se están perdiendo donaciones de particulares y también las grandes citas para recoger alimentos que supone cada ‘Operación Kilo’, por lo que han decidido iniciar una recolección de donativos a través de distintas cuentas en Caja Almendralejo, Caja Rural, La Caixa, BBVA, Unicaja Banco y Liberbank, con el fin de obtener fondos con los que poder comprar los alimentos. Hay que incluir en el concepto: coronavirus.

UNA EXCEPCIÓN / «No me gusta pedir dinero, nuestra forma de trabajar siempre es con donaciones de alimentos. Pero ahora no podemos recibirlas y tenemos que atender el incremento de familias en una situación delicada. Es un momento excepcional y pedimos ayuda», afirma.

La imposibilidad de llevar a cabo las grandes colectas de alimentos por el estado de alarma es lo que más les preocupa. Porque a finales del mes de abril había dos operaciones acordadas con grandes cadenas de supermercados que no se van a poder llevar a cabo. «Eso supone que perderemos más 20.000 kilos, a los que hay que sumar otros mil que se conseguían en los últimos años con la cita durante el Novenario de la Virgen de la Montaña, que tampoco se llevará a cabo ahora», explica.

En total son unos 22.000 kilos de alimentos menos, mientras las peticiones de ayuda se van incrementando. Ayer había 13 nuevas de distintos municipios para atender a familias vulnerables de estas localidades. A finales del mes de marzo los Bancos de Alimentos habían repartido 194.000 kilos entre familias que prestan asiduamente atención. Pero muchas organizaciones que canalizan esa ayuda les han trasladado ya que han tenido que dividir los lotes para atender a nuevas familias. «Sabemos que hay personas a las que no les ha llegado todo. Así que tenemos que reforzar», dice Fernández Rincón.

El colectivo tiene su gran almacén en Aldea Moret cuenta con más de un centenar de voluntarios entre los centros de Cáceres y Plasencia, aunque ahora tienen limitado el acceso a poco más de una treintena, que van rotando en turnos pequeños para minimizar el riesgo de contagio.

«Nos llaman familias pidiendo colaborar. Y necesitamos la ayuda ahora mismo. Por eso hemos decidido aceptar las donaciones de dinero y hemos puesto esas cuentas a disposición de quien pueda aportar», sostiene. Recuerda además que al tratarse de una donación a una entidad calificada como de utilidad pública, el dinero que se aporte están sujetas a deducciones tanto en el caso de las personas físicas como las jurídicas.