En muchos bares y restaurantes de Badajoz se pueden ver desde ayer carteles de ‘Se traspasa’. De momento, solo forman parte de una campaña para llamar la atención sobre la complicada situación que vive la hostelería y alertar de que al traspaso es a lo que estarán abocados muchos negocios si se mantienen las condiciones establecidas por el Gobierno durante el proceso de desescalada para este sector.

Bajo el paraguas de la Plataforma Hostelería Badajoz, que aglutina a 370 autónomos y el 50% de los establecimientoshosteleros de la ciudad, bares y restaurantes siguen la estela de esta iniciativa que surgió en Salamanca. Según la portavoz de este colectivo, Laura García Lara, cerca de medio centenar de negocios ya habían colgado ayer estos carteles y muchos más se unirán en los próximos días. Se trata, según explica, de un SOS del sector, que ve «inviable» que con los parámetros establecidos sus negocios puedan tirar para adelante. «No tenemos información y tampoco garantías ni económicas ni sanitarias para los trabajadores y para los clientes», critica García, quien estima que solo algunos establecimientos pacenses abrirán el próximo 11 de mayo, mientras que el resto se verá obligado a hacerlo entre finales de este mes y principios de junio, cuando las condiciones se prevén más flexibles.

En este sentido, los hosteleros pacenses entregaron ayer un escrito al Ayuntamiento de Badajoz con sus reivindicaciones, para que sus propuestas se tramiten de «manera urgente» en los casos en los que tenga competencia y para que haga de «interlocutor» ante otras administraciones en lo que excede de su potestad. Entre las demandas de la hostelería está que no se limiten los porcentajes de aforo, para que en el interior y exterior se albergue a las personas que se pueda manteniendo las distancias de seguridad; que se amplíe la superficie de terraza y número de veladores en las zonas donde no suponga incompatibilidad con otros usos, y en el caso de los que no la tengan, que se busquen otras fórmulas para que puedan trabajar en el exterior; así como que se amplíe el horario de cierre, aplicando el de verano todo el año.

También reclaman que se condonen la tasa de veladores del 2020 y 2021 y el IBI; que no se limite temporalmente la estancia de los clientes; y que se les dote de equipos de protección sanitara.

El alcalde, Francisco Javier Fragoso, a preguntas de los medios, aseguró ayer que la voluntad de ayuntamiento no es otra que la de «ayudar al sector», pero reconoció que aún no hay ninguna decisión tomada «porque no es sencillo». En este sentido, explicó que los técnicos siguen trabajando y buscando fórmulas que permitan ofrecer soluciones, pero recordó que una ordenanza municipal tarda como mínimo dos meses en modificarse, al tiempo que lamentó que el Gobierno no hubiera concedido a los alcaldes una habilitación para poder agilizar estos trámites, una reclamación que ya ha trasladado a la FEMP.