El Gobierno de Bélgica ha introducido una serie de medidas para que sus habitantes afronten el nuevo confinamiento lo mejor posible, y una de las decisiones más llamativas es que todo el mundo puede tener un 'knuffelcontact' o 'compañero de mimos', y los solteros o las personas que vivan solas pueden tener dos.

Según considera el Ejecutivo belga, se trata de una ayuda fundamental para mantener la salud mental de los confinados en este segundo periodo de encierro, que comenzó el 1 de noviembre y se alargará hasta el 13 de diciembre.

El primer ministro belga, Alexander De Croo, considera que "la única respuesta para combatir la pandemia es proteger el sistema de salud, y para ello debemos evitar en lo posible cualquier contacto físico". Pero para hacer más llevadero el encierro domiciliario, De Croo permite que cada ciudadano puede designar a alguien para que sea su 'compañero de mimos' y le visite en casa pese al confinamiento. Eso sí, no se puede cambiar y siempre debe ser la misma persona.

"Cada miembro de la familia tiene derecho a un 'compañero de mimos'. Las familias solo deben invitar a uno de ellos a casa a la vez. No se puede recibir otra visita domiciliaria. Hay una excepción para los que viven solos: pueden invitar a otra persona además de su contacto de abrazos, pero no al mismo tiempo", asegura De Croo. En el caso de los ciudadanos confinados que vivan en solitario, se pueden tener hasta dos 'compañeros de mimo' distintos. Eso sí: no pueden recibirles a la vez, deben ir de uno en uno.

El anuncio del Gobierno belga ha causado sorpresa en prácticamente todo el mundo. Pero lo cierto es que recuerda al caso de los Países Bajos del pasado verano: el 'seksbuddy', que se tradujo como 'compañero de casa' y no dejaba de ser alguien con el que las personas confinadas en solitario pudiesen tener relaciones sexuales.

En el Reino Unido, inmediatamente después de la fase de los cierres más restrictivos, se introdujo una concesión similar a la que ahora instituye el Gobierno belga.