El fantasma de un nuevo confinamiento sobrevuela España, después de que varios países del entorno lo hayan aprobado. El Gobierno lo ha descartado por el momento, pero por si acaso la presidenta del Santander, Ana Botín, se ha opuesto a la medida este jueves por los problemas que supondría para el tejido productivo. "Es crucial mantener con vida a las empresas. Cuantas más empresas sobrevivan, más empleo sobrevivirá, porque cuando una empresa quiebra es muy difícil que vuelva a recuperarse", ha argumentado en una conferencia bancaria organizada por la entidad de forma virtual.

La banquera ha defendido que "garantizar que las personas vuelvan a sentirse seguras desde el punto de vista sanitario es esencial". En este sentido, ha sostenido que la evidencia científica indica que es mucho más útil hacer test a los posibles enfermos, rastreos de sus contactos y aislar a los contagiados que confinar a toda la población en sus hogares de forma generalizada. Y si se termina por aprobar un nuevo confinamiento, ha añadido, hay que tener en cuenta que se han demostrado menos efectivos cuanto más largos son. "Nuestra gente (por los empleados del Santander) no se ha infectado en el trabajo o yendo y viniendo del trabajo, sino en casa o con amigos", ha continuado tras apuntar que el banco ha realizado test a toda su plantilla y apenas 240 de sus 27.000 empleados en España se han contagiado.

Botín ha abogado también porque los Gobiernos sigan apoyando a las empresas y familias golpeadas por la crisis del coronavirus: "El dinero (público) gastado ahora ahorrará dinero más adelante". En este sentido, ha aplaudido el grado de coordinación en la respuesta europea a la crisis ("La liquidez está presente, aunque luego tendremos que librarnos de la deuda"), pero ha pedido un esfuerzo aún mayor. "Cuanto mejor gestionemos la situación en los próximos seis, ocho o 10 meses, menos empresas morirán y más fácil será recuperarnos. Necesitamos coordinarnos ahora y tiene que ser a nivel global o, por lo menos, regionalmente en Europa", ha sostenido.

Nuevo contrato social

Más a medio plazo, la banquera ha insistido en que es necesario un "nuevo contrato social", algo que ya defendía antes de la pandemia pero que esta ha convertido en un asunto ya no "importante, sino urgente". La distancia económica entre quienes tienen recursos y los que no, ha argumentado, es "todavía mayor" que antes de la pandemia, por lo que el sector público y el privado deben actuar de forma coordinada para crear una economía que "no deje a nadie atrás".

En el mismo foro, Larry Fink, presidente y consejero delegado de Blackrock (la mayor gestora de fondos del mundo), ha advertido de que la "gran crisis silenciosa" que afrontan las sociedades económicamente avanzadas es que los ciudadanos no se preparan económicamente para la reducción de ingresos que le supondrá la jubilación. En este sentido, ha advertido de que los tipos bajos con que el Banco Central Europeo (BCE) trata de reactivar la economía del euro solo benefician a quienes tienen activos financieros, pero no a la "mayor parte de los europeos, que tiene el 80% de sus ahorros en una cuenta bancaria".