Una semana tiene el equipo de gobierno para planificar la fase 1 de la desescalada, que dará comienzo el 11 de mayo. «Matizo mucho porque me da muchísimo miedo que se malinterpreten mis palabras», dijo ayer el alcalde. Salaya anunció que si todo marcha como hasta ahora, a partir de ese día podrán abrir las terrazas con restricción de aforo limitado al 30% de su capacidad, es decir, unn tercio de ocupación.

En el caso de Cáceres, el regidor explicó que ampliará la superficie permitida, que no el aforo, para que en los casos que sea posible, si un bar dispone de 5 mesas pueda tener 10 y así al menos mantener ese porcentaje de clientela que marcará la orden gubernamental, y nunca menos de ese tanto por ciento.

Para ello, se pintará en el suelo la posición de las mesas e incluso siempre que sea posible y se cumplan con las normas de movilidad, accesibilidad y descanso de los vecinos, se utilizará más espacio de las aceras, restando también para ello zonas de aparcamiento si fuera necesario. Además, la policía local reforzará con todo el personal que sea posible el control de las terrazas, no como medida pecuniaria sino para emitir informes que agilicen esas ampliaciones de superficie.

El mandatario municipal mostró la «seria preocupación» que tanto él como el sector tienen en este momento, al ser la hostelería una parte importante del tejido económico de la ciudad. Para ello, y a la espera -insistió- de la orden ministerial, trabaja en un planteamiento de la desescalada en el que incluye la devolución proporcional de la tasa por el tiempo de servicio no prestado durante el confinamiento, así como una modificación de la ordenanza para reducir el pago de impuestos el año que viene.

El regidor presidirá una mesa de trabajo la semana que viene en la que se sentarán los principales representantes de la hostelería, pensando en conservar el máximo posible de puestos de trabajo.

Entretanto, Cáceres sigue expectante las decisiones de Moncloa mientras la jornada del miércoles se saldó con 24 multas por saltarse el estado de alarma en Cáceres. El número comienza a descender de forma notable. Se pusieron siete a peatones, 16 a vehículos y una al dueño de un perro. Dos son reincidentes y otros dos multirreincidentes. Se dio el alto a 317 vehículos y a 122 peatones. Finalmente, Salaya indicó que el autobús urbano volverá a su horario habitual a partir del 11 de mayo.