Una foto para la historia la protagonizada este martes por Feliciano, de 86 años, natural de Santiago de Alcántara y conocido por todos como Chano, a bordo de su silla de ruedas y su nieta, invadida por la emoción, estrechándole las manos ante una nube de cámaras y de aplausos del personal sanitario de la Clínica Quirón de Cáceres.

No hay palabras capaces de describir con maestría en un periódico lo que la capital cacereña está viviendo en esta jornada de martes. A Feliciano le han seguido Julia y Vicenta, y después Elena, todos por este orden, mayores de la residencia de Arroyo de la Luz.

Y es que la ciudad se ha llevado una alegría inmensa después de tantos días en el precipicio. Seis pacientes ingresados en el Hospital Provincial Virgen de la Montaña, todas personas mayores, han sido dados de alta. Otros cuatro lo han hecho de la Clínica Quirón (uno de la residencia de ancianos de Santiago de Alcántara y tres de Arroyo de la Luz, ambos municipios severamente castigados por la pandemia). En esa clínica situada en el Temis aún permanecen 20 personas con Covid-19.

Los aplausos no cesan entre el valiente y entregado personal sanitario: vídeos y fotos corren por las redes sociales para festejar estas 10 altas, esta luz que empieza a verse al final del túnel de la mayor crisis sanitaria de nuestra generación y que de forma tan virulenta ha afectado al Área de Salud de Cáceres, la más grande de Extremadura.

Todo ello en un día donde el alcalde, Luis Salaya, protagonizó su segunda comparecencia de la semana. Comenzó haciendo referencia a las 16 denuncias que el pasado lunes interpuso la policía local, cuatro de ellas fueron por pasear al perro más tiempo de lo debido, una a un vecino que acudió desde un pueblo a comprar a Cáceres y otra a un individuo al que se le interceptó robando material en la ronda sureste. No logró llevarse la mercancía, que está a buen recaudo. «No es un buen momento para robar. La presencia policial en la ciudad es enorme, especialmente en los entornos de las obras», apuntó el regidor.

Para lo que sí es buen momento es para recibir mascarillas.

Visiblemente satisfecho, el mandatario municipal indicó que ya han llegado al ayuntamiento las 7.000 que el consejo de administración del club de fútbol del Cacereño ha donado a la ciudad, a través de los empresarios Carlos Ordóñez, Juan Manuel Olmeda y Luis Puebla, que lo han hecho a título particular. Irán destinadas a la policía local, a los trabajadores del cementerio, a los de la ayuda a domicilio y a personas de residencias de ancianos. Igualmente, el gobierno municipal ha comprado otras 2.000 mascarillas FPP2, 1.000 quirúrgicas y 10.000 pares de guantes.

Es esta también una época para tener en cuenta el debilitado bolsillo de los cacereños. Por eso, el dirigente socialista indicó que el dinero del bono bus de abril se devolverá o bien se podrá reutilizar cuando acabe el confinamiento. En el caso de los de marzo, no se de retorna la cantidad, aunque los viajes no usados se emplearán cuando se dé por finalizado el estado de alarma.

Y pese al confinamiento, el ayuntamiento trata de que no pare la música y Salaya hizo mención al festival ‘En casina’. que ha contado con 2.400 espectadores y 19.000 visualizaciones posteriores en las redes sociales. Han participado 41 artistas, entre ellos el joven cantautor Kike Rodríguez, siempre fiel a las cuerdas de su guitarra que celebran más que nunca las 10 nuevas altas de nuestros hospitales.