Con el requisito fundamental de que no se generen aglomeraciones, el Gobierno ha permitido que desde ayer los establecimientos den comienzo al periodo de rebajas de verano. En general, las asociaciones extremeñas de comerciantes eran partidarias de haberlas retrasado este año para todos los establecimientos. Una vez autorizadas, no obstante, algunas de ellas lo ven como un medio para reactivar las ventas, que apenas si despertaron la pasada semana, y dar salida a su stock.

«La idea que teníamos era limitar el tiempo de rebajas y hacerlas más adelante, no nada más abrir», señala Lucía Prado, gerente de la Asociación de Empresarios del Comercio de Cáceres (AECA). «Se necesita recuperar algo de lo que han perdido con el fin de tener luego margen para hacer descuentos», arguye. En este sentido, esta asociación defendía que se hubiese limitado a un periodo concreto para todos la época de mayores descuentos, preferentemente al mes de agosto «para que no hubiese competencia entre grandes y pequeños».

«La semana pasada fue mala. Igual en las ferreterías hubo un movimiento un poco más normal, pero en tiendas de ropa o de regalo, ha sido mínimo», afirma Prado, quien confía «en que poco a poco se vaya ganando confianza, porque los protocolos se están cumpliendo a rajatabla». En este sentido, incide en que la mayoría de establecimientos ha optado por poner alfombras desinfectantes a su entrada y que muchos de ropa han adquirido máquinas de ozono y están limpiando los probadores después de cada uso.

En Badajoz, el presidente del Centro Comercial Abierto de la calle Menacho y Adyacentes, Félix Retamar, manifiesta que ellos habían solicitado que las rebajas se retrasasen para que las ventas que pudieran realizar en junio dejasen en caja un margen superior, pero se oponían a que solo se permitiesen en la venta ‘on line’, informa A. M. Romasanta.

Retamar aduce que «nunca» han existido aglomeraciones en las tiendas, por lo que apoya que se autorice al pequeño comercio a aplicar descuentos en sus mercancías, dado que tiene que vender el estocaje de primavera-verano, a través de «pequeñas promociones», para intentar dar salida a su producto y de este modo poder llegar a julio, que es cuando comenzaría la temporada de rebajas. Solo si las ventas no se activan, entonces tendrían que adelantar las rebajas, para poder hacerse con liquidez con la que afrontar la adquisición de mercancía de la temporada otoño invierno. «La situación ha cambiado totalmente», explica Retamar, a la vista de que las tiendas han abierto y apenas existe afluencia de público, por lo que ven «abocados» a realizar promociones ahora y posiblemente, a adelantar las rebajas.

Por su parte, los comerciantes del Casco Antiguo de Badajoz apoyan que el pequeño comercio ya pueda ofrecer rebajas y promociones «para hacer dinero», porque sobre todo el que se dedica a la venta de ropa «tiene los almacenes llenos y debe darle salida, porque si no no puede hacer dinero para comprar mercancía», sostiene Emilio Vahí, presidente de Aecab.

En Plasencia, la Asociación de Comerciantes Zona Centro no está a favor de iniciar las rebajas, aunque su presidente, Fernando Santiago, reconoce que los establecimientos seguramente tendrán «alguna promoción» para atraer a los clientes. Sin embargo, Santiago subraya que, en el caso del comercio de proximidad y con los dos meses que han permanecido cerrados, no pueden iniciar ya las rebajas porque no pueden seguir perdiendo dinero. «Si estamos recibiendo ahora la mercancía, no podemos venderla a precio de saldo porque es inviable para nuestros negocios, tenemos que tener beneficio y pagar los créditos que hemos ido solicitando», informa Raquel Rodriguez.

Por eso, el colectivo se ha planteado un margen de aproximadamente un mes para poder sacar la mercancía nueva y después podrían iniciar las rebajas, «pero no ahora, no podemos tirar la casa por la ventana cuando no tenemos casa que tirar».

También recomienda a los consumidores tener cuidado ahora con las rebajas porque «no sabemos si es stock pasado o actual, nosotros no tenemos nada anterior» y critica que «estamos acostumbrando a la gente a vender los productos regalados». Respecto a las posibles aglomeraciones, confiesa que «ojalá el comercio menor tuviera aglomeraciones y además ahora tenemos el aforo limitado». Lo que sí ha querido destacar es que «todos los que han salido a comprar esta semana lo han hecho por ayudarnos y es de agradecer».

Con todo, en Plasencia era difícil este lunes ver establecimientos con el cartel de 'Rebajas', aunque sí había algunos con descuentos y promociones.