El consumo de vino no ayuda a protegerse del coronavirus, pese a lo que aseguran numerosos mensajes difundidos en redes sociales que se basan en un comunicado de la federación de enólogos españoles y que carecen de base médica y científica.

En los últimos días han proliferado en España y algunos países de América Latina, a través de redes como Twitter, mensajes que se felicitaban por una supuesta noticia positiva en medio del drama de la propagación del COVID-19: "La supervivencia del coronavirus en el vino es imposible" y "un consumo moderado puede ser beneficioso frente a la enfermedad".

Ambas afirmaciones se basan en un comunicado del presidente de la Federación Española de Enología (FEAE), Santiago Jordi Martín, hecho público el pasado lunes, en el que esta organización responde a las peticiones de información recibidas sobre cuestiones como "la contaminación del vino, la contaminación de los envases" y "la limitación de los efectos del vino en la acción del virus".

Después de precisar que las respuestas son resultado de "un debate con importantes representantes de la comunidad médica y otras asociaciones internacionales de enólogos", el comunicado asegura, en primer lugar, que "la supervivencia del virus en el vino parece imposible".

El argumento es el siguiente: "La combinación concomitante de alcohol, un ambiente hipotónico y la presencia de polifenoles impide la vida del propio virus".

LOS ARGUMENTOS

A continuación, sostiene que "la contaminación por el embalaje parece ser muy remota, si no estadísticamente inexistente, también en vista de la corta vida del virus y la ausencia de un positivo huésped 'biológico'".

Por último, afirma que "el consumo moderado de vino, vinculado al consumo responsable, puede contribuir a una mejor higiene de la cavidad bucal y la faringe, esta última zona donde anidan los virus durante las infecciones".

FALTA DE EVIDENCIAS

DATOS: No hay ninguna evidencia de que el vino pueda aportar beneficio alguno frente al coronavirus, al igual que ocurre con el resto de bebidas y alimentos. El doctor Jaime Barrio, del Consejo Científico del Colegio Oficial de Médicos de Madrid (Icomem), recuerda que la propia Organización Mundial de la Salud (OMS) y otros organismos oficiales se han pronunciado en este sentido.

El vino discurre por vía digestiva, como el resto de alimentos, "y no influye en la proliferación del virus", que "afecta sobre todo al pulmón", subraya el doctor Barrio, quien insiste en dejar claro que las afirmaciones sobre los supuestos beneficios del vino frente al COVID-19 carecen de sentido y de la más mínima base científica.

Tampoco responden a evidencia científica alguna los argumentos que esgrime la federación de enólogos para defender que la contaminación a través de botellas y otros envases de vino es "estadísticamente inexistente".

Según explica la OMS en su web oficial, no se sabe con certeza cuánto tiempo sobrevive el virus del COVID-19 en una superficie, pero parece comportarse como otros coronavirus, que pueden subsistir en ella desde unas pocas horas hasta varios días, en función del tipo de superficie, la temperatura o la humedad del ambiente.

En resumen: No hay evidencia científica alguna de que el vino pueda ser beneficioso para protegerse frente al COVID-19.