El consejero de Sanidad y Servicios Sociales, José María Vergeles, ha confirmado este jueves en rueda de prensa que en Extremadura ya se está produciendo una segunda oleada de contagios de covid-19, tras situarse la incidencia acumulada del virus en los últimos 14 días en niveles similares a los de las tres primeras semanas de marzo. Ahora la tasa de contagios está en 34 positivos por cada 100.000 habitantes, una cifra que si bien es tres veces inferior a la del resto del país (96 casos por cada 100.000 habitantes), pone de manifiesto que en el territorio extremeño “está claro” que se está produciendo transmisión comunitaria. No obstante, se trata de una transmisión que está “controlada” porque se conoce el origen de prácticamente todos los casos, y según Vergeles el objetivo ahora es que “no se descontrole”.

Vergeles ha explicado que si bien Extremadura se encuentra ya en la segunda ola, la incidencia del virus aquí sigue siendo muy inferior a la del conjunto del país y en cualquier caso, el sistema sanitario está ahora “mejor organizado y mejor preparado” que lo estaba en marzo. Las diferencias sustanciales son el elevado número de pacientes asintomáticos que se están detectando, que ronda el 60%, que se conoce el origen de prácticamente el cien por cien de los casos debido a la labor de los rastreadores y que los brotes se están acotando “de una forma importante” para su control.

Por el momento el Ejecutivo no se plantea que toda Extremadura pueda retroceder a la fase dos, si bien el consejero ha insistido en la necesidad de que el Gobierno central proporcione a las comunidades autónomas “amparo legal” para actuar “de forma contundente” ante los brotes. Esto implica poder tomar decisiones “rápidas” para confinar colectivos (un bloque de pisos, un pueblo o un contingente de temporeros para las campañas agrícolas, ha puesto como ejemplo) sin esperar la autorización judicial que ahora es necesaria.

19 brotes y más de 200 casos activos

El último parte de Salud Pública, con los datos de ayer miércoles, refleja que estamos ante el peor día de la nueva normalidad: 58 contagios, el número más elevado desde el fin del estado de alarma, y la declaración de tres nuevos brotes en Almoharín (cinco casos y 12 contactos en seguimiento), Bohonal de Ibor (cinco casos y 10 contactos) y Badajoz, este último con origen en un bautizo celebrado en el barrio de Suerte de Saavedera. Ayer se informó del primer positivo (la Junta notificó por error que fue en una comunión) y los casos positivos hoy son ya tres, con 28 contactos estrechos en seguimiento. El brote de Quintana de la Serena, declarado ayer, suma ya 12 casos positivos, mientras que se estabiliza la situación en La Morera, Puerto de Santa Cruz y Villarta de los Montes. Las PCR realizadas en estos dos últimos están dando negativo, de forma que los brotes se mantienen con siete y 48 casos, respectivamente.

Así, en el conjunto de la región los brotes activos se elevan ya a 19, con un total de 213 casos y 973 contactos en seguimiento. No obstante, según Vergeles “no estamos ante brotes aislados, sino ante la segunda oleada del covid”. En las últimas 24 horas todas las áreas de salud notifican nuevos casos (24 en Don Benito, 12 en Badajoz, 6 en Cáceres, 5 en Plasencia, 4 en Navalmoral de la Mata, 3 en Coria, 3 en Llerena-Zafra y 2 en Mérida) y por segundo día consecutivo, aumentan los enfermos hospitalizados: son 14, tres más que ayer. En UCI se mantienen dos, uno en Badajoz y otro en Don Benito. El consejero ha llamado la atención sobre la caída en la edad media de los nuevos pacientes diagnosticados, que se sitúa entre los 16 y los 30 años. “Esto quiere decir que no es un virus solo de mayores”, ha señalado el titular de Sanidad, que también ha alertado que, como consecuencia, también está disminuyendo la edad de los pacientes que requieren hospitalización.

En las últimas 24 horas todas las áreas de salud notifican nuevos casos y aumenta el número de pacientes hospitalizados hasta los 14, tres más que ayer. En la UCI siguen dos, uno en Badajoz y otro en Don Benito. Por el momento no es necesario habilitar recursos extraordinarios en los hospitales, si bien el plan de contingencia sigue activo y establece que en dos o tres días, si fuera necesario, se pueden abrir más de 3.100 camas de agudos y más de 100 de UCI.

En estos momentos, el brote que más preocupa a la Junta es el declarado en Quintana de la Serena: 450 vecinos del municipio sufren silicosis, una afección pulmonar relacionada con el polvo de granito de las canteras que puede aumentar el riesgo de complicaciones ante el coronavirus. Por ello, en este caso se realizará un estudio epidemiológico más amplio y todos los afectados por esta enfermedad laboral, sean contactos estrechos o no de algún caso positivo declarado, serán sometidos a las pruebas PCR. No se descarta que, al igual que Villarta de los Montes y La Morera, el pueblo pueda retroceder a la fase dos para controlar la situación epidemiológica por ese especial riesgo.