Toreros, novilleros, picadores, banderilleros, rejoneadores, mozos de espada, monosabios, areneros, taquilleros, torileros, mayorales, ganaderos, empresarios, veterinarios... El coronavirus ha supuesto un serio envite para las 57.000 personas que trabajan en el mundo del toro, según los cálculos de la Asociación de Organizadores de Espectáculos Taurinos (ANOET). Su actividad, ya de por sí estacional (se paraliza en invierno), estaba a punto de iniciarse justo cuando el covid obligó al confinamiento.

Los perjuicios son de calado, según explican a este periódico distintos profesionales extremeños del sector, como los ganaderos Victorino Martín y Alberto Manuel Hornos (también empresario), el torero Emilio de Justo o Manuel Jiménez, presidente del Club Taurino Cacereño. Tras varios meses sin ingresos, y sin corridas, los ganaderos aún mantienen toda la cabaña en el campo con los gastos que ello conlleva.

Algunos temen por la supervivencia de sus hierros y otros han optado por enviar astados al matadero, donde reciben 500 € que en nada compensan los 5.000 € que cuesta criar un toro de lidia.

Mientras tanto, los toreros viven en la incertidumbre, los subalternos necesitan trabajar y los empresarios han perdido el dinero invertido en las primeras corridas que quedaron suspendidas, y que no son ni mucho menos citas minoritarias. Según datos de ANOET, los toros constituyen el segundo espectáculo del país en recaudación por IVA (43 millones de euros), por delante del resto de manifestaciones incluidas bajo el paraguas del Ministerio de Cultura.

Por todo ello, el mundo taurino confía en salvar al menos el final de la temporada y reclama al Gobierno que comience a concretar las condiciones en las que podrán reabrirse los ruedos. El ministro de Cultura, José Manuel Rodríguez Uribes, se ha comprometido a reunirse con representantes del sector tras una reciente conversación telefónica con Victorino Martín. El que sí lo ha hecho ya ha sido el presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, quien mantuvo un encuentro este miércoles en Mérida con profesionales del mundo del toro. El responsable de la Fundación Toro de Lidia, Victorino Martín, el ganadero Borja Domecq, y los toreros Cayetano Rivera Ordóñez, Miguel Ángel Perera y Sebastián Castella le han trasladado la situación que atraviesa esta actividad con motivo de la crisis del coronavirus.

«Duro para todos»

Victorino Martín, profesional muy considerado por su saber hacer, confía en que el sector se reconduzca y además subraya que las circunstancias son completamente excepcionales. «Es un momento duro para todo el mundo, más incluso para las personas que han sufrido pérdidas irremediables, que ni siquiera han podido despedirse de un familiar fallecido. En el mundo del toro también lo hemos vivido, aquí mismo en Extremadura, con compañeros que se han marchado», lamenta.

El ganadero sabe que «la unión, la solidaridad y el esfuerzo» serán fundamentales para superar este momento. También lo avala el torero Emilio de Justo, que ve cómo se esfuma su mejor inicio de temporada, con corridas previstas en Valencia, Castellón, Sevilla, Madrid... Aun así, ha encontrado la serenidad en los tentaderos y ofrece palabras de aliento para la afición. «Todos tenemos las mismas ganas de que vuelvan las corridas, pero debemos ser conscientes de lo que nos está tocando vivir. Ahora necesitamos mantenernos fuertes para cuando sea posible retomar la normalidad».