El juzgado de guardia activó el pasado lunes el protocolo establecido en el plan de contingencia por el COVID-19 en el ámbito judicial. Fue a raíz de que una de las personas que estaban citadas en un juicio por violencia de género, al parecer una de las víctimas, recibió la información durante el mismo de que había dado positivo en coronavirus. Esta persona lo comunicó y enseguida se adoptaron las medidas establecidas en el protocolo de actuación, según han confirmado fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura (Tsjex).

De inmediato se procedió a tomar medidas de prevención y se desalojó la sala, que está siendo desinfectada, labores que continuaban ayer con el fin de que pueda estar hoy «operativa».

Ante esta situación, el servicio de juzgado de guardia se trasladó a otras dependencias del edificio y se ha mantenido con total normalidad, pues se ha seguido atendiendo a las víctimas de violencia de género, causas con presos y otras que lo requieren.

El Tsjex ha indicado que se adoptaron todas las medidas de prevención, como que las personas que estuvieron en contacto con la afectada, lo han transmitido a las autoridades sanitarias y en cada caso se han seguido sus instrucciones, bien de cuarentena, o de prevención.

Al parecer, no hubo más problemas porque al haber más salas, el servicio se trasladó a otra hasta que terminen la desinfección de la primera y esté lista hoy para su ocupación. El juicio concluyó. No hubo pánico, pero sí sorpresa y cierta indignación; y se hizo una llamada a la responsabilidad ciudadana.