A la una del mediodía había algo de cola en la Unidad de Extracción de Sangre del Hospital San Pedro de Alcántara de Cáceres. Varias personas guardaban la distancia de seguridad entre unos y otros en esta puerta de la vieja entrada. Es la donación de sangre en tiempos del covid-19.

Hassam y Purificación Díaz están aguardando su turno. El primero -alto y de pelo canoso- tiene claro que en estas circunstancias tan especiales hay que ser solidario y sonríe. Le dan un formulario y pasa dentro una vez que sale por la puerta otro donante. Purificación Díaz es habitual de la donación y aunque está pendiente de una intervención quirúrgica también quiere ser solidaria. Llega enseguida otra mujer para donar y pide la vez guardando el metro y medio. Purificación entra y empieza a contestar las preguntas en el papel. Ese es el flujo idóneo para que haya existencias de sangre y no se colapsen los servicios de extracción.

«No todo es coronavirus. La vida sigue y los que necesitan sangre la siguen necesitando igual. Sangre siempre hace falta. Sigue habiendo leucemias, sangrados digestivos y operaciones inaplazables como las de cadera. Y la demanda de sangre ha bajado poco, a pesar de que se hayan aplazado las operaciones no urgentes. Ahora mismo tenemos un estock más bajo de lo habitual para esta época del año». Así explica José María Brull, director del Banco de Sangre de Extremadura, la situación actual de las reservas de sangre en la región. En pocas palabras: la donación de sangre, líquido esencial para la vida, está bajando en una región en la que se realizan unas 150 transfusiones diarias. Y por eso se demanda, sin caer en alarmismos.

La pandemia también afecta aquí. El estado de alarma nacional repercute, como es normal, en este acto altruista de los ciudadanos. Al menos lo está haciendo en estos primeros momentos. En los municipios donde, por ejemplo, se recogían 50 bolsas de sangre en una colecta, ahora son 35. Esa es la proporción. El director del Banco de Sangre estima que grosso modo se ha experimentado un descenso del 30% en las donaciones. En esta cifra influye el que se hayan suspendido colectas importantes como la que normalmente se realiza en la Universidad de Extremadura o las de la Central Nuclear de Almaraz.

Para evitar que la situación vaya a peor se han programado una serie de donaciones, como la de ayer en el San Pedro de Alcántara con una gran respuesta; ya se está organizando otra en Cáceres para las próximas semanas.

Las colectas, que realiza el Banco de Sangre de Extremadura con la colaboración de las ocho hermandades de donantes de la región, continuarán en los hospitales de Llerena, Don Benito-Villanueva, Mérida, Cáceres, Plasencia, Coria y Navalmoral de la Mata. También es posible donar en los puntos móviles. Hoy viernes la donación será en Alcántara, Villafranca de los Barros y Castañar de Ibor entre 17.30 y 21.30 horas. El sábado se repite en Villafranca de los Barros con el mismo horario. Para consultar horarios y poblaciones: bancodesangreextremadura.blogspot.com.

De forma escalonada

Muy importante en estos momentos es que el flujo de donantes vaya de forma ordenada. El Banco de Sangre tiene registros de todas las donaciones desde 2002. Por eso allí donde realiza la colecta hacen un llamamiento escalonado por tramos horarios a los donantes registrados con un mensaje SMS en sus teléfonos móviles.

Todo se realiza en condiciones de total garantía para profesionales sanitarios y donantes. «Procuramos ir a espacios más amplios, como polideportivos, que permitan que estén más separados, tanto en las zonas de espera, en las camillas, o cuando reponen fuerzas con un bocadillo», explica Brull.

Igualmente se ponen carteles en los que se indica claramente que si algún donante ha estado en contacto en los últimos 15 días con un paciente que tenga o simplemente sospecha que pueda tener coronavirus, o haya tenido fiebre o tos, ni siquiera entre a preguntar.

«La transmisión del virus a través de la transfusión no es posible. Por lo que hemos aprendido de coronavirus anteriores en el siglo XX, las transfusiones no lo contagian. Lo que hay que evitar son las aglomeraciones de donantes y profesionales», asegura el director del Banco de Sangre de Extremadura.

Rechazos

Jesús Domínguez Cuesta, presidente de las Hermandades de Donantes de Sangre de Extremadura, añade que se necesitan más donantes por el aumento en el número de rechazos, puesto que se descartan personas procedentes de zonas especialmente afectadas por el coronavirus o cualquier donante con la más mínima sospecha en el triaje.

«Podemos ser los más pobres económicamente. Somos lo más ricos en corazón, porque hemos sido siempre los números uno de España en donaciones», explica Jesús Domínguez. Las cifras corroboran su aseveración. Extremadura fue la que presentó en 2018 el mayor índice, con 44,27 por cada mil habitantes al año, según el Informe 2018 sobre la Donación de Sangre en España, de la Federación Española de Donantes de Sangre (Fedsang).

Extremadura cuenta en la actualidad con 100.000 donantes, 400 voluntarios y 8 hermandades que alcanzan anualmente los 20.000 litros, según datos de las Hermandades de Sangre en Extremadura. «En cincuenta años que llevo en la hermandad nunca ha faltado nunca sangre. Hace falta para los trasplantes, para accidentes, partos y oncología», insiste el presidente de las Hermandades de Sangre de la región.

De momento, la situación es de menos reservas de lo habitual y aunque el tratamiento del covid-19 no requiera de transfusiones, sí es precisa sangre para atender el día a día de los hospitales.