Controles de la policía para recordar a viandantes y ciclistas que deben permanecer en casa. En las colas para comprar el pan la distancia entre cliente y cliente no es de menos de dos metros. Y como máximo dos personas dentro del establecimiento. Los dependientes, con mascarillas. Y la parte positiva: varios músicos en los balcones para amenizar la mañana de domingo.

Son imágenes y momentos únicos que está dejando Extremadura, al igual que el resto de España, tras declararse el Estado de Alarma.

En Cáceres desde primera hora la policía ha tenido que informar a los ciudadanos que encuentra por la calle acerca de las limitaciones de circulación.

En Badajoz los agentes también han tenido que llamar la atención a quienes salían a pasear o a hacer deporte para que regresaran a su domicilio por prevención, pero no se ha puesto ninguna multa hasta el momento.

En Mérida, la policía local ha estado informando a los ciudadanos acerca de las obligaciones que deben cumplir, incluso por megafonía desde los vehículos policiales, aunque por el momento tampoco se ha multado. Algunos emeritenses han salido a la calle a realizar compras en los supermercados que están abiertos, así como en las pequeñas tiendas de alimentación y farmacias. Muchos vecinos sacaron a pasear a sus perros, aunque algunos de ellos acompañados, saltándose así las prohibiciones. El propio ayuntamiento emeritense ha emitido un bando municipal para informar a la población de las medidas adoptadas por el Gobierno central para frenar la pandemia originada por el coronavirus.

En Plasencia ha sonado música en los balcones de la mano de Tony García. Además, la alcaldía ha emitido un nuevo decreto para reducir la actividad de los taxis a la mitad, dando prioridad en el cese del servicio a los que padezcan alguna patología que los pudiera convertir en población de riesgo.

En Almendralejo, un furgón de la Policía Nacional ha recorrido las calles para, desde megafonía, recordar a las personas que se tenían que quedar en casa.

En Don Benito, muchos han salido a comprar el pan. En los establecimientos se ha impuesto la entrada de uno en uno o de dos en dos, a lo sumo. Las personas que cuidan a mayores en los domicilios también se mueven.

Dado que los centros de día han mandado a muchos ancianos a sus casas como medida preventiva, esta escena será ya habitual también en los días venideros.