Paso a paso, avanza la desescalada educativa. Los Ministerios de Sanidad y Educación han elaborado una estrategia para crear un «entorno seguro» frente al coronavirus en las aulas de cara a septiembre. Grupos reducidos de 15 alumnos hasta 4º de Primaria (10 años) para «socializar sin mantener la distancia estricta de seguridad», la flexibilidad en el uso de mascarillas o priorizar los espacios al aire libre son algunas de las recomendaciones que incluye el documento, que se presentará este jueves a las comunidades autónomas en la reunión sectorial de Educación. En el encuentro participará la titular extremeña, Esther Gutiérrez, que antes comparecerá ante el pleno de la Asamblea para abordar también este asunto.

Se trabajará con el objetivo de que todo el alumnado pueda regresar a clase en septiembre después de la suspensión de la docencia presencial decretada a mediados de marzo con la declaración del estado de alarma. «Cuando los colegios cerraron no había información suficiente en relación al efecto que tienen los niños como transmisores del virus, y hemos concluido que no hay tal impacto o de tanta consideración», ha dicho la ministra de Educación, Isabel Celaá, en una entrevista a la SER recogida por Europa Press. Según los datos facilitados por el Gobierno, a día de hoy solo un 1,37% de los casos de covid-19 confirmados en España corresponde a población de entre 0 y 19 años.

El objetivo del Gobierno, según explica en un comunicado, es plantear una estrategia consensuada por los diferentes agentes implicados para ofrecer un entorno «seguro y saludable» al alumnado y personal de los centros educativos con el fin de retomar la actividad presencial a partir de septiembre. El texto indica asimismo la forma de llevar a cabo la detección precoz de posibles casos de coronavirus y la gestión adecuada de los mismos.

Los principios básicos que rigen las medidas definidas son la limitación de contactos, las medidas de prevención personal, la gestión de casos y la limpieza y ventilación. Además, se establecen acciones transversales como la reorganización del centro, la coordinación y participación, la comunicación y educación para la salud y la equidad. Asimismo, cada centro deberá tener, de forma complementaria a este documento base, un plan de inicio de curso y planes de contingencia que prevean las actuaciones a realizar y los mecanismos de coordinación necesarios para los posibles escenarios que puedan darse.

De esta manera, se propone que haya una persona responsable de referencia para los aspectos relacionados con el coronavirus. También se recomienda la creación de un equipo formado por distintos representantes de la comunidad educativa que garantice que todo el mundo esté informado.

Grupos reducidos

En las primeras etapas educativas, en concreto hasta 4º de Primaria (incluido) se ha definido que se podrán establecer grupos estables de niños, idealmente con 15 alumnos (máximo 20), que pueden socializar sin mantener la distancia interpersonal de forma estricta, ya que se trataría de un «grupo de convivencia estable». Esto posibilitará además un rastreo de contactos rápido y sencillo en el supuesto de que se diera algún caso. Por su parte, en 5º y 6º de Primaria, ESO y Bachillerato los espacios se reorganizarán de forma que se cuente con una separación de al menos 1,5 metros entre las mesas.

Se priorizará asimismo, en la medida de lo posible, la utilización de los espacios al aire libre para la realización de las actividades educativas y de ocio, en lugar de los cerrados. Apartado importante tienen las medidas de prevención personal, como son la higiene de manos «frecuente y meticulosa», evitar tocarse la nariz, ojos y boca o usar pañuelos desechables.

Respecto a la mascarilla, en Educación Infantil no es obligatoria y en Primaria, de 1º a 4º tampoco será necesario su uso si se está con el grupo estable de convivencia. Si se sale del mismo, los mayores de seis años la deberán llevar puesta cuando no se pueda mantener la distancia de 1,5 metros. El cumplimiento de estas medidas se impulsará con estrategias de educación para la salud así como con cartelería y señalética amigables para la infancia que faciliten su comprensión.

Cada centro deberá disponer de un protocolo de limpieza y desinfección que responda a sus características pero, en cualquier caso, la limpieza deberá hacerse al menos una vez al día, reforzándose en aquellos espacios que lo precisen en función de la intensidad de uso, como por ejemplo en los aseos donde será de al menos tres veces al día. Se deben realizar tareas de ventilación frecuente en las instalaciones y durante al menos cinco minutos al inicio de la jornada, al finalizar y entre clases si es posible.

Respecto a la gestión de los posibles casos, el documento indica que si una persona empieza a presentar síntomas, será trasladada a un espacio individual, se le colocará una mascarilla quirúrgica y se contactará con la familia, así como al centro de salud de referencia.