La aspiración de la consejera de Educación y Empleo, Esther Gutiérrez, es intentar garantizar «al máximo la presencialidad» en todos los centros educativos extremeños a partir de septiembre. «Y si puede ser en todas las etapas, mejor». En principio parece más factible en Infantil y Primaria, mientras que en Secundaria «el modelo puede ser más adaptado».

Este es en general el objetivo que se plantean también la ministra de Educación y Formación Profesional, Isabel Celaá, y el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón: un arranque del curso escolar de manera presencial «en las mejores condiciones de seguridad» para todos.

Pero eso dependerá principalmente de la evolución de la pandemia que aún es difícil determinar. Por eso, la Consejería de Educación está trabajando en planificar y organizar la vuelta al cole con tres posibles escenarios que ha determinado el Ministerio de Educación: un curso totalmente presencial y normal, un curso no presencial con una situación parecida a la que se vive en la actualidad o un curso que siga un modelo híbrido, es decir, en el que mezcla la formación telemática y la enseñanza presencial en el aula con grupos reducidos y en días alternos.

Incertidumbre

Son las tres opciones que están sobre la mesa en estos momentos de incertidumbre, cualquiera de ellas requiere de preparación y planificación y la consejería quiere contar con toda la comunidad educativa. Para ello, Gutiérrez anunció ayer en una rueda de prensa en Mérida que va a poner en marcha un foro de trabajo para definir de forma abierta y participativa la nueva realidad educativa en Extremadura «con la implicación de la comunidad educativa y de todos los sectores implicados en la educación».

Lo hará a través de una comisión de organización general que va a llevar a cabo más de 20 videoconferencias a partir de mañana para conectar con la comunidad educativa y con la creación de diez grupos de trabajo, uno por cada nivel educativo existente (incluidas las enseñanzas de idiomas y régimen especial).

«El mejor estudio sobre educación que podemos hacer en estos momentos es desde nuestros centros, con sus docentes y equipos directivos, y con las familias que son los que han vivido esta crisis y han estado batallando con las dificultades. Queremos trabajar con esta experiencia, analizar los errores, las ventajas y tener en cuenta todas las posibilidades de vuelta a las aulas con la idea de intentar garantizar, en la línea que sigue también el Gobierno central, la presencialidad al máximo en las aulas el curso que viene».

Líneas básicas

Así, según explicó la consejera, la recogida de esas aportaciones se hará principalmente entre los claustros de cada centro, mediante grupos en función de cada etapa educativa y con un guion común con cinco líneas básicas de trabajo para cada uno de los tres escenarios posibles a partir de septiembre.

Además, habrá diez «grupos motores de trabajo» que se encargarán de recopilar las aportaciones y plasmarlas en una propuesta final que deberán enviar a la nueva comisión de coordinación el 23 de junio. «Esto nos va a servir de base para crear los planes de contingencia y elaborar unas instrucciones consensuadas de cara al inicio de curso».

Este mes

La idea es avanzar en una propuesta final para tenerla lista en este mes de junio y las instrucciones finales pasarán por la correspondiente mesa sectorial. «Seguimos apostando por la negociación, tendiendo la mano y cumpliendo con los compromisos que nos corresponden», dijo la consejera aludiendo al plantón de los sindicatos en la mesa sectorial de ayer donde estaba previsto que se tratara también la organización del nuevo curso escolar.

Para esta planificación, la Consejería de Educación contará con la inversión educativa que el Gobierno central va a realizar a las comunidades. Son 2.000 millones de euros que aún no se han repartido y que, según señaló ayer la consejera extremeña, no se van a destinar solo a recursos humanos, aunque destacó que la administración educativa hará las contrataciones que sean necesarias en función de las medidas u orientaciones que se requiera en la nueva normalidad educativa.

De hecho, se espera que en la próxima Conferencia Sectorial de Educación (la reunión entre el Ministerio y las comunidades), que se celebra este próximo jueves, se avance en unas indicaciones generales. De entrada, a preguntas de la prensa, Esther Gutiérrez señaló que la presencialidad parece más sencilla en las zonas rurales dado que suele haber menos problemas de espacio y la ratio de alumnos por profesor es más baja. «En las ciudades dependerá de qué escenario se pueda dar finalmente».

En cualquier caso, el objetivo es poder empezar un nuevo curso «con la máxima normalidad posible dentro de la situación que haya en septiembre».