Ni la pandemia ni la recesión que se avecina han atemperado las tensiones entre Estados Unidos y China, enfrascados cada día más en un contexto de guerra fría. El Departamento de Comercio ha movido ficha este viernes para impedir que los fabricantes globales de semiconductores puedan abastecer a Huawei, el segundo productor mundial de teléfonos móviles. La normativa incluye a todos los semiconductores manufacturados con software o tecnología estadounidense y obligará a las compañías extranjeras a obtener una licencia de Washington para poder vender sus productos a la tecnológica asiática. Pekín ya ha anunciado que prepara contramedidas, como la imposición de restricciones e investigaciones contra Apple, Cisco o Qualcomm, según el diario Global Times

El acuerdo que ambos países alcanzaron en enero para solucionar algunas de sus diferencias comerciales empieza a quedar muy lejos. Washington sostiene que China no ha cumplido con sus compromisos para aumentar la compra de bienes y servicios estadounidenses, lo que ha hecho que este mismo jueves Donald Trump amenazara con cortar toda la relación con Pekín una vez se supere la pandemia. La Casa Blanca ha llegado incluso a filtrar a la prensa que se plantea incumplir con sus obligaciones contraídas con la deuda china, una medida extrema que de llevarse a cabo perjudicaría principalmente a la credibilidad de su país.

Menos retóricas son otras decisiones recientes, como la restricción de visados impuestas a los periodistas chinos, en represalia por las medidas semejantes adoptadas por el régimen de Xi Jinping, o los proyectos de ley presentados en el Congreso para sancionar a funcionarios chinos por internar a la población uigur musulmana en campos de trabajo o por ofuscar los orígenes de la pandemia de coronavirus. Desde que entró en política, Trump convirtió a China en su enemigo más íntimo, una actitud que ahora comparte la clase política.

Huawei lleva tiempo en el punto de mira de las autoridades estadounidenses, que acusan a la compañía de ser un instrumento del espionaje chino. Hace ahora año la incluyó en una lista negra de empresas extranjeras consideradas como una amenaza para su seguridad nacional y en los últimos meses ha estado presionando a sus aliados extranjeros para que excluyan a Huawei del desarrollo de sus redes de 5G.

Esta última medida podría tener consecuencias importantes porque la mayoría de fabricantes internacionales de semiconductores utilizan tecnología estadounidense, según el informe de una consultora china.