Fue el duodécimo contagiado detectado en España, el segundo o el tercero en la península, y la primera cara conocida que contrajo el covid-19. Ahora, tras veinticinco días ingresado, el periodista deportivo Kike Mateu, que trabaja en una radio en Valencia pero también en un programa nacional, ha sido dado de alta y ha narrado el momento como si fuera la final del Mundial de Sudáfrica.

"Entra el médico en mi habitación, me mira y dispara. Marca Iniesta. He dado negativo el segundo negativo. Termina el partido. Me voy a casa. La locura", así ha contado en sus redes sociales el narrador de los partidos del Valencia cómo han sido sus sensaciones al tener la notificación de que estaba curado y podía irse a su domicilio.

Mateu, al parecer, se contagió precisamente en el desplazamiento que hizo para cubrir el partido entre el club de Mestalla y el Atalanta en Milán, una cita que un reputado inmunólogo ha calificado como la "zona cero" del contagio para la devastada localidad de Bergamo, de donde es originaria la entidad italiana.

El periodista valenciano ha reconocido que "no ha sido fácil" y ha agradecido al equipo del Hospital Clínico de Valencia que le hayan cuidado "como si fuerais mi familia, nunca os lo podré agradecer lo suficiente".

De hecho, apunta que lo único que le puede agradecer al virus es "haber podido conocer nuestra sanidad por dentro, sus problemas, su esfuerzo, su vocación y profesionalidad".

"Su grandeza reside en la generosidad anónima a sus pacientes. Nos cuidan, nos curan, nos protegen y nos sonríen. Nunca lo olvidaré", explica.

El Valencia ha apuntado en varias ocasiones a esa cita en el estadio de San Siro en Milán como el origen del 35% de positivos que ha tenido en su plantilla, incluyendo jugadores y cuerpo técnico y médico del equipo, y que le ha convertido en uno de los grandes focos del fútbol español.

Mateu, que ha ido narrando por las redes sociales su experiencia en estas semanas ha confesado sentirse "exultante" al llegar a su domicilio.