El Gobierno español no se plantea por el momento la posibilidad de pedir ayuda al Fondo de rescate europeo (MEDE) para financiar la respuesta a la crisis provocada por el coronavirus porque no tiene problemas para financiarse en los mercados. Así lo ha señalado la vicepresidenta económica del Gobierno, Nadia Calviño, durante una rueda de prensa antes del Eurogrupo que aborda este martes cómo reforzar el arsenal fiscal de la UE para evitar que la crisis sanitaria derive en una crisis financiera mayor. Desde luego, España no tiene en este momento pensado activar ningún tipo de mecanismo extraordinario. Estamos en una situación financiera muy positiva, ha asegurado la ministra.

Según ha explicado Calviño, la semana pasada tuvieron una subasta de deuda con resultado muy positivo y hoy mismo (por este martes) han vendido un bono sindicado a siete años con una sobredemanda de más del triple de lo que el Gobierno tenía previsto colocar y con un resultado, en términos de precio, muy favorable. Por tanto, no se trata de una opción que nos estemos planteando en absoluto en este momento, ha indicado. Es más, a juicio de Calviño, ningún Estado miembro tiene en este momento necesidad de acceder a los instrumentos del Fondo de rescate porque todos tienen garantizado el acceso a los mercados europeos y las medidas introducidas la semana por el BCE ha eliminado cualquier duda al respeto.

Línea de crédito precautoria

Pese a esta postura Calviño sí es partidaria de crear una línea de crédito precautoria en el MEDE, como primer paso transitorio hacia una respuesta europea que incluya instrumentos más estructurales. Se trataría de una línea de financiación especial vinculada a la respuesta al coronavirus, con una condicionalidad limitada al covid19, y que pudiera actuar como una especie de red de seguridad para garantizar la liquidez si en un momento dado un Estado miembro prefiriese acceder a la liquidez del MEDE, ha añadido.

De momento quedan sin embargo numerosas incógnitas en el aire sobre las que todavía no se han puesto de acuerdo. La primera de ellas, el montante que se asignaría a esta red de seguridad. "Ha habido distintas cantidades que se han barajado. Hay quien piensa que bastaría con un instrumento relativamente pequeño pero que permitiese la activación en mayor medida del BCE. Hay quien considea que tendría que ser un instrumento con un volumen más importante", ha explicado Calviño sin precisar cifras.

Se trata de una de las medidas que debaten este martes los ministros de economía de la Eurozona en la nueva reunión por videoconferencia destinada a seguir reforzando el bazuka de medidas fiscales para amortiguar el impacto del coronavirus en la economía europea. Entre los países partidarios de activar el Mecanismo Europeo de Estabilidad, un instrumento que nació con una potencia de fuego de 500.000 millones de euros y que cuenta actualmente con 410.000 millones de euros sin utilizar, también está Francia.

Francia se alinea con España

Su ministro de finanzas, Bruno Le Maire, se ha mostrado partidario de activar el mecanismo, al igual que España, de forma colectiva y de hacerlo además sin condiciones macroeconómicas añadidas que penalicen y estigmaticen a los países que pidan ayuda, tal y como ocurrió con los rescates bancarios tras la crisis financiera de 2008. Cuanto más simples sean las condiciones mejor. Cuanto menos discrimine entre unos Estados y otros mejor será. Cuanto más rápido se despliegue, mejor, ha recordado en rueda de prensa desde París. Debe utilizarse de manera simple y sin fijar condiciones que pudieran penalizar a los países que recurran y limitar su eficacia, ha advertido horas antes del inicio del inicio de la reunión que mantienen esta tarde los 19 países del euro.

El Gobierno francés defiende además que podría activarse en cuestión de semanas y recuerda que fue concebido precisamente para hacer frente a una situación de crisis, justo el escenario en el que está inmerso ahora Europa. Nos enfrentamos a una situación de crisis y algunos Estados miembros de la zona euro, y pienso en particular en España o Italia, se enfrentan a una situación que es extremadamente difícil. Es el momento de utilizar el MEDE, ha reivindicado.

¿Coronabonos, a largo plazo?

En cuanto a la posibilidad de crear una especie de coronabonos, al igual que España o Italia, Francia ve con buenos ojos la iniciativa pero reconoce que en estos momentos estamos todavía lejos de un consenso sobre este instrumento porque es un elemento que genera grandes diferentes entre los 19 países del euro. No obstante, apunta que a largo plazo considera que es una línea de trabajo a estudiar. Estimamos que la utilización de eurobonos o coronabonos, como los quieran llamar, instrumentos de mutualización de deuda pública, podrían ser útiles porque es un marco de solidaridad y por tanto de fuerza para la Eurozona. No hay que verlos como elementos de debilitamiento de la zona euro.

Al contrario, son una señal de la voluntad de la zona euro de vivir juntos y de prueba de solidaridad, ha defendido reivindicando la apertura de un debate. Una postura contraria a la que mantienen países como Alemania, Holanda o los países del norte, contrarios a todo lo que signifique mutualizar riesgos y que exigen también condiciones para activar el fondo de rescate. Si el Eurogrupo no llega a un acuerdo este martes la decisión final la podrían tener los líderes de la UE en la cumbre prevista para el jueves.Nuestro objetivo es añadir una nueva línea de defensa que evite que la crisis sanitaria se convierta en una crisis financiera. Mi objetivo presentar soluciones a los líderes en la cumbre del jueves, ha anunciado el presidente Mario Centeno.