Tan lejos y a la vez tan cerca. Solo 200 kilómetros, dos horas en coche, separan a Soledad Rodríguez Donoso de su familia. Vive en Lisboa, a donde se mudó por trabajo en septiembre. Es de Badajoz y tiene 24 años.

«La realidad me golpeó con el cierre de la frontera. Ahí sí me sentí como si estuviera a miles de kilómetros», asegura. La última vez que pisó su casa fue el primer fin de semana de febrero.

«En marzo iba a volver de nuevo. De hecho el día 17 tenía un blablacar. Primero compré billete de autobús y decidí una semana antes irme en blablacar por seguridad. Entonces no pensaba que no iba a poder viajar». El 13 de marzo, con el decreto de Estado de Alarma en España, canceló su viaje.

En Portugal, la pandemia ha estado «más controlada». Al respecto, Soledad considera que el país ha realizado una buena gestión de la crisis, aunque también lo achaca a que el sistema sanitario allí es «más débil» y «de haberse alcanzado las mismas cifras de contagios que en España, hubiera sido una masacre», confiesa.

En la capital lusa no ha vivido igual el confinamiento que lo que veía a través del teléfono cuando hablaba con su familia y amigos de España. «Me preocupé mucho por la situación y por mis padres», cuenta. Estos también han sufrido al no tener a su hija cerca. «No me han dicho que regrese. Al revés, me han alentado a quedarme, ya que aquí los contagios no eran tantos y las restricciones eran más leves».

En términos generales, asegura que la población portuguesa ha sido cívica. «Me sorprendió ver que a final de febrero disminuía mucho el tránsito de personas por las calles y ya en marzo, el confinamiento fue voluntario», explica.

Al ver que los contagios y los fallecidos bajaban en Extremadura, Soledad vio algo de luz y fue consciente de que no muy tarde iba a poder volver a Badajoz.

Ahora, Portugal mantiene cerrada la frontera con España hasta el 15 de juniomantiene cerrada la frontera con España hasta el 15 de junio. A partir de esa fecha, intentará ir de vuelta por unos días a su casa. Sin embargo, dice que le será imposible regresar si tiene que confinarse dos semanas. «No es tan fácil. No puedo irme tanto tiempo, tengo que trabajar. Esperaré a que se controle la situación y pueda tener más días libres», zanja.