Ya es oficial. La Junta de Extremadura va a solicitar al Ministerio de Sanidad que las provincias de Cáceres y Badajoz puedan pasar en su totalidad a la fase 1 del plan de desescalada el próximo lunes, 11 de mayo. El informe se ha remitido este mediodía, tras su presentación a los grupos parlamentarios en la Asamblea, y según ha explicado el consejero de Sanidad y Servicios Sociales, José María Vergeles, se espera la respuesta favorable del ministerio el viernes por la tarde. El sábado se publicaría la autorización correspondiente en el Boletín Oficial del Estado (BOE) y posteriormente la Consejería de Sanidad tendría que hacer lo propio en el Diario Oficial de Extremadura (DOE) con las órdenes en las que se especificarán las actividades permitidas para los extremeños.

Según el consejero, para controlar la expansión del virus una vez se avance en el desconfinamiento, la región tendrá capacidad de hacer hasta 1.300 pruebas PCR al día. La detección precoz y vigilancia de los nuevos casos recaerá en un equipo de más de 2.600 profesionales de Atención Primaria, cuya misión será «yugular los brotes lo más temprano posible para no volver a las dimensiones que se han tenido».

Médicos de familia, (490 en Cáceres y 640 en Badajoz), enfermeros (520 en Cáceres y 683 en Badajoz) auxiliares de enfermería (37 y 42), farmacéuticos (57 en cada provincia) y veterinarios (78 en Cáceres y 88 en Badajoz) serán los encargados de esta nueva tarea, junto a los 123 profesionales de salud pública de los servicios centrales de epidemiología de Cáceres y Badajoz. «En cuanto se produzca un caso y sea sospechoso, será tratado, diagnosticado y se le realizará un estudio de contacto a través de la vigilancia epidemiológica», ha asegurado Vergeles esta tarde.

A su juicio, los datos de la evolución de la pandemia, unidos a las variables epidemiológicas, socioeconómicas y demográficas, así como la capacidad asistencial, colocan a Extremadura en una buena posición para que el tránsito se autorice.

En estos momentos el ritmo de crecimiento de los nuevos contagios se sitúa por debajo del 0,5% y con la presión hospitalaria y sobre las ucis en descenso, la región cumple ampliamente con los criterios marcados por el ministerio. En Cáceres se dispone de 49,9 camas de hospital por cada 10.000 habitantes y en Badajoz de 39,8, cuando el Gobierno requiere una horquilla de entre 37 y 40. Con respecto a las ucis la situación es aún mejor: Extremadura dispone de 2,45 camas por cada 10.000 habitantes, frente a la horquilla de entre 1,5 y 2 que exige el ministerio.

En estos momentos son 163 los enfermos de covid ingresados y en cuidados intensivos hay 19 (la cifra más baja desde el 24 de marzo). Datos que indican, en ambos casos, que hay capacidad hospitalaria para atender a los casos más graves que pudieran surgir. De igual forma, la región dispone de 11.857 plazas de aislamiento en la provincia de Cáceres y otras 9.875 en Badajoz, por si los nuevos pacientes que requieran aislamiento no cuentan en su domicilio con los requisitos para ello.

ACTIVIDADES PERMITIDAS

Como ya se sabe, en la fase 1 de la desescalada se contemplan nuevos pasos hacia esa «nueva normalidad», aunque siempre con el mantenmiento de las debidas medidas de protección, como el distanciamiento social y la higiene, o el uso de mascarilla cuando no sea posible guardar los dos metros. En el caso de que la autorización sea favorable, a partir del 11 de mayo en Extremadura se permitirán reuniones sociales de hasta 10 personas, siempre que no sean de colectivos de riesgo; velatorios con un máximo de 15 familiares y la reapertura generalizada del pequeño comercio con un aforo del 30% y horarios preferentes para mayores de 65 años.

Las terrazas de los bares podrán reabrir con un 50% de ocupación y, en coordinación con los ayuntamientos, se podrá reiniciar la actividad de los mercadillos, bien con un aforo del 25% o en una superficie ampliada que garantice el distanciamiento. Hoteles y alojamientos podrán ir reiniciando su actividad, pero no podrán abrir zonas comunes.

Los espacios dedicados al culto religioso solo podrán tener operativo un tercio de su aforo. En la fase 1 también se reactivan los servicios sociales, lo que incluye la ayuda a domicilio para los mayores y los servicios de atención temprana y centros ocupacionales. En el ámbito educativo, se permiten acciones dirigidas a desinfectar y acondicionar los centros.