Extremadura mira con preocupación las noticias que llegan desde las costas andaluzas. Las playas de Huelva (sobre todo La Antilla e Islantilla, en Lepe) y Málaga son los destinos «por excelencia» de los extremeños para veranear y ambas provincias están afectadas en estos momentos por rebrotes de covid que pueden truncar los planes de muchos. «Cualquier noticia de un rebrote, sobre todo en zonas costeras, afecta a la confianza del viajero», reconoce María Eugenia Flores, presidenta de la Asociación Europea de Agencias de Viajes de Extremadura (Aedavex), colectivo que aglutina al 50% de las agencias de viajes particulares de la región.

El sector ya arrancó la temporada al ralentí y sumido en los problemas ocasionados por la cancelación de los vuelos, a lo que se añade el hecho de que las reservas vacacionales han caído un 70% con respecto al año anterior. Y con noticias como las que llegan de la costa andaluza, no hay perspectivas de mejora. Según la información facilitada ayer por el consejero de Presidencia, Administración Pública e Interior de la Junta de Andalucía, Elías Bendodo, la comunidad tiene en estos momentos nueve brotes con 160 casos confirmados, siendo el del Centro de Acogida, Emergencia y Derivación de Cruz Roja de Málaga el más numeroso con 90.

En el caso de Lepe, el ayuntamiento ha suspendido la celebración de los mercadillos tanto en el núcleo principal como en la playa de La Antilla, y retomará la desifección diaria del casco urbano para frenar el brote de coronavirus que afecta a 10 vecinos y mantiene a 61 aislados. No obstante, la situación parece que empieza a estar controlada, pues por segundo día consecutivo ayer no se detectaron nuevos positivos ni en la localidad ni en el distrito sanitario ni en toda la provincia de Huelva. En cualquier caso, faltan por conocer aún los resultados de las pruebas que se están realizando a las personas aisladas y los contactos que ha tenido el ‘paciente cero’ (un marinero llegado de Angola). Los ayuntamientos de Lepe, Isla Cristina y todo el litoral occidental onubense han suspendido todas las actividades públicas y privadas para evitar aglomeraciones y advierten que se ha reforzado la vigilancia policial en las zonas de reunión y ocio diurno y nocturno.

600.000 desplazamientos

Según los datos de la Encuesta de Turismo de Residentes que publica el Instituto Nacional de Estadística, un total de 607.768 extremeños eligieron las costas andaluzas para disfrutar de sus vacaciones el año pasado, casi la mitad de los que viajaron. El 47% se alojaron en hoteles con una estancia media de 4,66 días, mientras que el 18% prefirió alquilar un apartamento. Según el mismo estudio, son 81.774 los extremeños que cuentan con una segunda residencia en estas zonas, mientras que más de 93.000 se alojaron en casas de amigos o familiares. Ahora, reconoce el sector, en este «verano atípico» todo está en el aire. Las playas de Huelva y la Costa del Sol siguen siendo «por excelencia» los destinos favoritos de los extremeños, si bien las agencias consultadas por este diario explican que también se están dando algunas reservas de turismo de interior para el norte del país y la provincia cacereña. Eso sí, «todo con posibilidad de cancelación y sin ningún coste hasta 24 horas antes», explica Ángel Silvero desde la agencia Viajes Valsol, en Mérida.

En su caso, las ventas se animaron cuando se anunció la apertura de las fronteras con los países europeos, pero ahora ha vuelto el miedo: «tenía una reserva para el 20 de julio a Málaga y la han cancelado esta semana», afirma.

Así las cosas, desde Aedavex constatan que el verano «será difícil» y su presidenta ya da casi la temporada por perdida: estima que no será hasta el cuatro trimestre del año cuando las cosas empiecen a mejorar para el sector, y esto contando con que no haya rebrotes importantes que hagan volver las restricciones. Desde el colectivo reclaman un IVA reducido del 10%, bonos vacacionales que incentiven la demanda, unos protocolos de seguridad comunes y un trato especial en lo que se refiere a las exoneraciones del Gobierno.