La Asociación Damnificados Asistida Cáceres, que reúne a familiares de ancianos fallecidos o afectados por covid durante su permanencia en este geriátrico cacereño, ha formulado 26 preguntas a través de la Comisión de Peticiones de la Asamblea de Extremadura, para hacerlas llegar a los grupos parlamentarios presentes en la comisión no permanente de estudio sobre la pandemia en Extremadura. En ellas piden explicaciones de las llamadas ‘tournées’ a las que se ha sometido a los ancianos durante el Estado de Alarma, “de unas plantas a otras, de unas habitaciones a otras”, con situaciones de “hacinamiento”, incluso en grupos “de tres o cuatro personas en los comedores de las habitaciones”.

Los familiares quieren conocer el alcance de estas situaciones difundidas durante la pandemia, y por eso piden que sus preguntas sean planteadas a José María Vergeles, consejero de Sanidad, o a José Vicente Granado, director gerente del Sepad, “para que lo antes posible se pueda conocer la verdad sobre lo que ha pasado en la Residencia Asistida”, afirman en su escrito a la Asamblea. “Nos preguntamos si todo ello se ha realizado sin aislar y desinfectar adecuadamente las habitaciones; pues la función de la UME solo era descontaminar los exteriores y las zonas comunes interiores", señalan. Temen que este aislamiento haya “brillado por su ausencia” porque adjuntan fotos de un simple plástico de un pallet de esponjas “pegado a la pared”.

Según los cálculos del colectivo, han muerto 93 mayores en el centro. En cambio, las familias argumentan que en las residencias en las que no se han producido tantas víctimas, “estos cambios de habitación y planta no se han realizado y, por ello, el número de fallecidos y contagiados ha sido muchísimo menor, e incluso algunas de ellas no han tenido fallecimientos”. En la propia Residencia Asistida “parece que se ha dado esta misma casuística”, apuntan, "porque cuando no se han hecho las 'tournées' de habitaciones y plantas, y el residente ha permanecido en su cuarto aislado, ese residente sigue vivo y no contagiado”. Sin embargo, “ha sido cambiarlos de planta y habitación, rápidamente se han contagiados y acto seguido ha llegado la defunción”, lamentan en su escrito a la Asamblea.

Por tanto, piden información sobre la trazabilidad de los ancianos dentro del centro durante el Estado de Alarma, preguntas “que a día de hoy no han sido aún respondidas por la Consejería de Sanidad”, como el número de fallecimientos y contagios que se han producido por esos movimientos en la residencia; los protocolos, órdenes publicadas o escritos donde estén recogidos esos criterios que han llevado a realizar cambios, “mezclándolos a todos”; los documentos en los que consten cuántas veces han cambiado a los residentes de cuarto y de planta; el número exacto de mayores que se quedaban donde se les instalaba y los que se desorientaban fuera de su ubicación y deambulaban por el centro hasta que el personal del mismo se percataba de ello; y el número de residentes “hacinados en grupos de tres o cuatro personas, en los comedores de las habitaciones con sus respectivas camas, y por qué se los sacó de sus habitaciones”.

El colectivo también pregunta la razón por la que “no se ofrece información verídica y fidedigna a los familiares”, y por qué no se dio a los trabajadores medios ni test hasta un mes después de haberse decretado el Estado de Alarma, ya que los allegados temen que los propios profesionales “han actuado como vectores de contagio en el centro”. A día de hoy, los familiares tampoco conocen, pese a pedirla, la carga viral de los fallecidos por Covid-19 en la residencia, “pues los doctores de los hospitales a los que algunos residentes fueron derivados indicaban que era exagerada”.

Además, los damnificados reclaman conocer el número exacto del total de 253 trabajadores que han resultado contagiados y desde cuándo (protocolos, test realizados, número y calidad de los EPIS…), así como la cifra de bajas laborales y sustituciones. También el número de ancianos que fueron trasladados a centros sanitarios y cuántos fallecieron en la residencia.

Las familias estiman que “se siguen ocultando positivos, siguen hablando de casos antiguos para no declarar nuevos brotes en residencias”, y advierten que así “vamos a tener otro disgusto”. Por ello, instan a que todas sus cuestiones sean abordadas y respondidas lo antes posible, recordando que la Asistida ha sido “una de las residencias más afectadas de España”.